Izuku el nuevo Overlord [Pausada]

Episodio 10 - Guerra

-Narrador: Los sonidos de la fragua forjando armas y armaduras sin parar, retumbaron por toda la torre invertida. La aglomeración de esbirros, tanto parduzcos como zarcos, era gigantesca. Los vítores y el deseo de guerra estaban entre todos los esbirros. Una legión casi infinita de esbirros gritaban y balanceaban sus armas frente al gran trono del Overlord, donde Izuku se encontraba sentado, mientras esperaba a que sus tropas estuvieran listas y preparadas. A sus laterales, tanto sus dos queridas Momo y Tsuyu, además de Krazak, y la nueva invitada, Camie, esperaban y observaban como se desarrollaban los acontecimientos. Un sentimiento de euforia brillaba en el interior de Krazak. La guerra llegaba y su señor, había logrado aumentar el número de esbirros que controlaba a una cantidad bastante significativa. Ahora, Izuku, era capaz de controlar a treinta esbirros al mismo tiempo. No una gran cifra contando los miles de soldados que formaban parte de los imperios humanos, pero, los Overlords nunca fueron menos por no controlar grandes ejércitos, sin embargo, hubo Overlords que lograron arrasar estos ejercitos humanos con incluso menos esbirros. Claramente, el poder del guantelete en el brazo izquierdo de Izuku, junto con su poder de Overlord, además de la clara influencia de este sobre los esbirros, convertía a estas criaturas completamente idiotas en auténticas máquinas de matar. No tenían poderosos músculos, no tenía grandes cerebros para estrategias, no tenían poderosa magia de combate, pero los esbirros eran fanáticos que luchaban y morían por su señor sin dudarlo. Algunos consideraban que este sentimiento de los esbirros, donde había una ausencia completa del instinto básico de toda criatura viviente de autoconservación, se debía a su gran idiotez, otros consideraban que se debía a su gran tasa de natalidad, debido a que eran capaces de crear miles de ellos en un solo día; sin embargo, no era nada de esto. En realidad todos los esbirros tenían en su interior un instinto indescriptible de autoconservación, donde harían lo que fuera para lograr sobrevivir, solo por un objetivo, servir al Overlord. En el pasado, los esbirros se arrastraron por el fango, fueron pisoteados sin piedad, sirvieron a sus enemigos que los maltrataban, pero nunca perdieron la fe, una absoluta fe ciega en el día en el que su señor regresaría y podrían servirle con sus propias vidas si era necesario. Este sentimiento, convertía a los esbirros, desde parduzcos, zarcos, bermejos y viridios, en auténticas máquinas de guerra, donde solo la muerte de su enemigo sería aceptable, sino la muerte. El miedo, no existía en ellos, solo un deseo incontrolable por servir a su señor. Ahora, esta terrorífica armada, se preparaba para marchar hacia uno de los imperios humanos más importantes. La victoria de Izuku, haría temblar a cada humano vivo; su derrota, nunca sería escuchada y pasaría a ser borrado de la existencia. No podían fallar, y claramente no lo harían.

-Izuku: ¿Cómo van los preparativos Krazak? - Preguntó a su consejero más anciano.

-Krazak: Todo va como ordenasteis mi señor. Oxidio ha estado día y noche sin descansar, para forjar armaduras y armas adecuadas para una fuerza de élite tan destructiva como los zarcos. Además, la incorporación de cinco ayudantes, claramente ha impulsado este proceso. Sin embargo, la ausencia del alto horno o la piedra de forja, provoca que resulte difícil crear mejores armaduras y armas, tanto para los esbirros como para vos mi señor. 

-Izuku: No importa. Si el contenido de esta carta es de fiar, - Dijo mientras alzaba la carta que recibió hace unos días. - no hará falta preocuparse mucho por este asunto. Después de todo recuperaremos el alto horno de las manos sucias de los humanos. 

-Krazak: Sí mi señor. - Dijo de forma respetuosa, mientras inclinaba la cabeza en forma de respeto.

-Narrador: Tanto Momo como Tsuyu se encontraban algo dudosas del plan, pero la información de la carta, quitaba un poco de peso a sus preocupaciones. Después de todo, la infiltración de los espías del reino rana, había sido un éxito, y habían aportado información acerca de las defensas del nuevo imperio glotón. Con la traición de Camie hacia los humanos, junto con la información recolectada por los espías de Tsuyu, Izuku ganó una gran ventaja. Ahora sabía cuales puertas estaban menos reforzadas, qué lugares eran más fáciles para arrasar y conseguir recompensas, qué enemigos debían evitar durante el ataque para evitar enfrentar grandes guerreros que podrían hacer fracasar el plan. Esto, sumado a la llegada de tropas de minotauros, goblins y medianos, hacía considerar que los humanos se encontraban en gran desventaja, y el plan alocado de Izuku, acerca de atacar el nuevo imperio glotón, que inicialmente, se consideraba muy arriesgado, ahora, parecía una travesía sin muchas complicaciones.