Me encuentro sentada a una distancia apropiada algo lejana de tu presencia, y con buena vista a tu espalda.
Puedo observar tranquila cada detalle de tu cuerpo, la postura que tomas al sentarte y el remolino de ondas que es tu cabello.
Te mueves, y apenas noto que me he distraído.
Apoyas tu mentón en tu mano, sé que estás aburrido, déjame mirar tu perfil, sobre el que tanto escribo, y las venas de tus brazos, que me han deleitado, trazando sus propios caminos con tal belleza que quiero llorar al tocarte.
¿Qué esconde tus ojos? Ocultos tras la barrera que forman tus pestañas. Un misterio que deseo resolver si me dejas.
Eres como una obra de arte, quiero conocer el significado que tu autor ha de darte. Conocer hasta la última célula que te conforma pero solo callas lejano, reacio a ser mi hallazgo.
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