Cuatro. / Verónica Roth. (Precuela: Divergente).

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"Las habitaciones seguras no existen, ni las verdades seguras, ni secretos que sea seguro contar".

"Tú eres el que debe vivir con tu elección. Los demás se sobrepondrán y lo superarán, decidas lo que decidas, pero tú no lo harás nunca".

"Lo de negarse a pertenecer a unas categorías arbitrarias que hemos creado para nosotros mismos también posee cierto atractivo, un aire de libertad".

"Los momentos de libertad siempre se acaban".

"Al contemplar la cruda realidad de la vida que me espera, los restos destrozados de lo poco que poseía, pienso: ^Tengo que salir de aquí^ ".

"No me he parado nunca a meditar sobre mis miedos, ni siquiera a meditar sobre lo que sería liberarme de ellos, conquistarlos. Se me ocurre que, sin miedo, podría ser fuerte, poderoso, imparable".

"A la muerte le trae sin cuidado si te has despedido o no".

"Quiero tener presente que, aunque las heridas sanen, no desaparecen para siempre, sino que las llevo conmigo a todas partes, en todo momento, y así son las cosas, así son las cicatrices".

"No pasa nada por no estar bien, ¿sabes?".

"No sé si la valentía se adquiere con la edad, como la sabiduría, aunque quizás aquí, en Osadía, la valentía sea la forma más elevada de sabiduría, el reconocimiento de que la vida puede y debe vivirse sin miedo".

"Algunas cosas deben ser normales para resultar eficientes".

"Era más doloroso añorar algo y no conseguirlo nunca que enfrentarme a lo que tenía delante".

"No pertenezco más que a mí mismo".

"No me parece bien obligar a otras personas a ser vulnerables, [...]. Todos los seres humanos tienen derecho a guardar sus secretos".

"Los muertos pueden ser nuestros héroes porque después no nos decepcionarán; sólo mejorarán con el tiempo, a medida que nos olvidamos de ellos".

"Estoy cansado de apartarme de todo el mundo y ya no estoy tan seguro de que sea lo mejor para mí".

"El pánico y el terror no son los únicos tipos de miedo. Hay miedos más profundos, más terribles. El recelo y el pavor extremo".

"Nunca es demasiado tarde para acostumbrarse al placer de mentirse a uno mismo".

"Nunca es demasiado tarde para acostumbrarse al placer de mentirse a uno mismo"

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