GAME OVER [One-shot]

GAME OVER

Cada detalle.

Cada pequeño y minúsculo detalle sobre ella fueron clave para hacerme sentir de la manera que me siento ahora.

Todo en conjunto, pero también por separado. Puedo decir que me encantó la manera en que su cabello ondulado flotaba en el viento cuando paseamos por el barrio en bicicletas, pero aún si no hubiera uno sólo de ellos en su cabeza, me habría enamorado del brillo de sus ojos. Y si no existiera ese brillo en sus ojos, me habría enamorado de sus manos, y de su risa, y de su personalidad.

Es fácil amar a Alexa, porque ella es simplemente perfecta. Todo el mundo está enamorado de ella.

Incluyéndome.

Aún recuerdo la primera vez que la vi desde el jardín de mi casa. Teníamos 7 años de edad; en ese entonces las niñas eran algo asqueroso para mí, por eso escupí en sus estúpidos zapatos color rosa y llenos de brillo, y entré a mi hogar.

Fue una sorpresa tenerla de nuevo al día siguiente, sentada en el sofá de mi sala, jugando mis videojuegos, con mi hermana mayor.

Mi mamá siempre tan amable, se presentó con la mamá de Alexa y ofreció su ayuda para que pudieran adaptarse rápido a su nueva vida en este vecindario, como por ejemplo haciendo que Alexa y yo fuéramos amigos, de esos que siempre van a la escuela juntos, comen en la casa del otro, estudian juntos y se cuenta todos sus secretos.

Y el objetivo se consiguió, pues así es nuestra relación. Pero fui un tonto porque lo arruiné todo.

¿Mi error? Enamorarme de ella.

Me encuentro sentado en la sala de cine, como todo los jueves. Hace un par de años que Alexa compró una cuponera por primera vez y aprovechamos los descuentos que ofrecen el día jueves, así que lo convertimos en una tradición, nuestra tradición. Esta vez se trata de una película de acción, llena de disparos y explosiones. Puedo escuchar los latidos de mi corazón retumbar en mis oídos, a pesar de todo el ruido. De vez en cuando hay escenas cómicas y Alexa golpea mi brazo mientras ríe. Quisiera que no hiciera eso, sólo alborota las mariposas en mi estómago.

Salimos de la oscura sala cuando aparecen los créditos en la pantalla; se detiene y me mira, se que me dijo algo porque veo sus labios moverse, pero sólo puedo concentrarme en lo linda que luce hoy.

-¡Levi! -repite- ¿Te gustó la película?

Regreso a la realidad, a la triste realidad. Quisiera quedarme en mi realidad perfecta donde por fin puedo confesar mis sentimientos y ella los acepta. Pero eso es más bien una fantasía.

-He visto mejores -digo casual, para despistar que no presté atención ni siquiera al protagonista.

-Estás molesto porque no vimos esa película de superhéroes, ¿no? -enreda su brazo con el mío y me obliga a caminar a su ritmo- Descuida, la veremos el próximo jueves.

Ah, ¡los jueves! Amo los jueves. Es el día en que puedo estar un rato a solas con Alexa. Tengo muchos de esos ratos, pero estos se sienten como una cita. Una cita de verdad, auque no lo sea.

-¡Oh, Jared! -suelta mi brazo y corre hacia un grupo de chicos.

Yo no puedo hacer lo mismo. Los conozco, a esos chicos. Todos en la secundaria lo hacen, al menos a Jared Sanders, el "chico guapo de la biblioteca". Nunca pasa desapercibido aún cuando está todo el día con la vista en los libros o charlando con su grupo de amigos, no tiene vida social, no va a fiestas, es misterioso, atractivo (debo admitirlo, soy honesto) e intelectual. Tal vez por eso le gusta mucho a las chicas.

No puedo decir que soy un chico popular, pero tampoco tan ordinario. Soy el chico más alto de mi curso, además el delegado de la clase y el primer lugar en aprovechamiento académico. Y, no es por presumir, pero me han dicho que soy de los chicos más atractivos del colegio. Ha menudo me preguntan si soy extranjero por mi tono de piel.