We'll Meet Again.

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Advertencia

Antes de que lean esto, solo quería que supieran que no soy escritora, estas historias son cosas que se me ocurren de la nada y me da el arrebato de subirlas, por eso notarán que la redacción y la ortografía no son las mejores. Con eso dicho, es una historia triste (no sé porque siempre escribo cosas tristes, matenme) así que para mejorar la experiencia les recomiendo reproducir la canción del comienzo mientras leen.


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Cuando Tony, Steve y Bucky empezaron una relación todos sabian como iba a terminar.

Después de largas discusiones con llantos y gritos, reprochando y culpando, los tres hombres llegaron a una tregua. No se hablaban, y evitaban estar cerca del otro tanto como fuera posible.

Fue por esto que el equipo casi se vuelve loco cuándo vieron salir a Barnes en la madrugada del taller de Stark. Y luego otra, y otra, y otra hasta que se volvió una rutina ver al soldado entrar en la noche con café y donas y salir en la mañana con aspecto cansado pero con una sonrisa adornando su cara.

De repente notaron cómo Steve se sumaba a ello, y aunque la primera vez que salió lo hizo con los ojos hinchados, la nariz roja y el labio roto, las cosas mejoraron de ahí en adelante.

Lo que irónicamente no les sorprendió fue cuándo en una tarde de cine Tony anunció que los tres estaban en una relación amorosa y que ahora los vengadores tenían tres padres en lugar de uno. A ninguno de ellos les molestaba realmente, de hecho agradecian que las cosas hubieran mejorado hasta ese punto.

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Todo iba perfectamente, estaban en la mejor época de sus vidas. Habían dejado el pasado y los problemas atrás y ahora se dedicaban a estar juntos.

Pero como siempre, habían olvidado que el destino es una perra. Parecía querer recordales que ninguno merecía ser feliz.

Cáncer. Tony tenía cáncer. Y era estúpidamente injusto que el hombre que había arriesgado su vida más veces que ninguna otra persona en la tierra fuera a terminar sus días de esa manera. Los últimos días del hombre de hierro y que quedarán grabados para siempre en la memoria de ambos soldados fueron vanos intentos de un Tony demasiado flaco, demacrado, sin su hermoso cabello, y con sus ojos color chocolate apagados por el dolor que le producía hacer sufrir a las personas que más amaba en la vida, soltando comentarios sarcasticos tratando de evitar hacer el tema tan serio como en realidad era.

Los soldados no dudaron ni por un momento y convencieron a Tony de empezar un tratamiento tan pronto como fuera posible. Pero las probabilidades no estaban a su favor. Era un hombre de 52 años con un historial de adicciones y enfermedades tan graves que los médicos no les dieron muchas esperanzas.

Una noche, simplemente dejo de ser suficiente. Tony se despertó entre lágrimas y jadeos de dolor enrollado en sí mismo y pidiendo ayuda agonicamente. De inmediato corrieron con él hacia el ala médica pero eso tampoco fue suficiente. El corazón de Anthony Edward Stark dejó de funcionar a las 2:30 de la madrugada en los brazos de los hombres que más amó en su vida mientras les decía cuánto les agradecía por todo lo bueno que habían hecho por él y que a pesar de los errores que habían cometido no habría hecho las cosas de otra forma. Que los amaba por haberle ayudado a encontrar el corazón que creia perdido desde hacía mucho tiempo y que estaría esperando por ellos.

Cuándo el equipo llegó y encontró a los soldados abrazando el cuerpo sin vida de Tony mientras lloraban y lo miraban sin poder creer aún que se había ido dejándolos a ellos allí, no pudieron evitar romperse.

Por eso, cuándo Tony murió a sus 53 años de edad, a nadie le sorprendió ver que los soldados se rendían de a poco. Científicamente hablando se suponía que era imposible que el suero en sus cuerpos acabara en algún momento. Pero todos notaron el cambio cuándo de lucir jóvenes y vigorosos en una trentena eterna, después de que Tony fuera diagnosticado, ellos solo empezaron a dejar de funcionar.

Simplemente, la luz de sus vidas se extinguió. El mundo seguiría funcionando sin ellos pero ellos ya no tenían más razones para luchar.

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Todo culminó una mañana en que los vengadores, aterrados, buscaban a ambos super soldados, sin éxito alguno.

Al final, fue Clint quién tuvo la idea de buscar en el único lugar al que Steve y Bucky no habían entrado desde el fatidico día en que Anthony partió. La habitación que compartían los tres.

Cuando entraron se encontraron con una imagen desgarradora. Ambos soldados se encontraban acostados, vestidos con sus uniformes que una vez usaron hace tantos años, cuando la guerra comenzó y sus vidas cambiaron (aquellos que, para nadie era un secreto, enloquecían a Tony cada vez que los usaban) abrazados y tomados de las manos. En ellas resaltaban los anillos que años atrás se habían regalado los tres hombres como prueba de su amor y perdón.

No hubo nada que hacer.

No hubo explicación alguna sobre cómo sucedió.

Simplemente parecía que el corazón de ambos soldados había dejado de funcionar.

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Natasha se acercó y colocó una rosa blanca frente a cada tumba.

James B. Barnes (10 de marzo de 1917- 15 de enero de 2024)

Anthony E. Stark (29 de mayo de 1970-17 de octubre de 2023)

Steven G. Rogers (04 de Julio de 1918-15 de enero de 2024)

Sonrío llena de melancolía y paz porque sabía que sus amigos, por fin se habían reunido con Tony, dónde sea que estuvieran.




Si alguien quiere tomar la idea y mejorarla, no tengo ningún problema, solo me escriben y me comentan.
Lo siento si los hice sufrir pero no podía sufrir sola ;-;

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