Sucedió que el anciano de plateadas barbas y semblante dulcificado por el retiro espiritual en la soledad de su hermita ubicada en las altas cordilleras, decidió encontrarse nuevamente con la sociedad.
Descendió con prisa, pero a medida que avanzaba su entusiasmo fue decayendo. Casi llegando a la orilla del río que dividía su conocido territorio con el mundo, en el que vivió los últimos veinticinco años, un sentimiento de tristeza invadió su corazón y una oscura revelación nació en su ser: «La fuerza de la costumbre es inevitable...¿Que me esperará del otro lado del río?»
Mientras así pensaba, se detuvo frente a la corriente y automáticamente dio media vuelta desandando sus pasos.
La sombra de la duda puede oscurecer tu día más brillante.
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Cómeme, bébeme.
Non-FictionRelatos breves y pensamientos que se lleva el viento... (Completo)