A veces me gustaría sentir algo, felicidad, tristeza, enojo. No puedo sentir nada, desde que ella se fue, desde que mi madre decidió dejar este mundo y dejarme a mi, completamente sola. Ahora sólo quedó un vacío dentro de mi, que nada ni nadie podrá llenar.
La maldita alarma suena, no hay absolutamente razón alguna por la cual tenga que levantarme temprano, no voy a la escuela, no trabajo, sólo olvide desactivar la alarma la noche de ayer, tan estúpida siempre, Tara.
8:30 a.m.
Tal vez debería salir un rato a pasear a Willy, mi perro.
Me cambié, me puse algo cómodo, puse su correa a Willy y salimos.
Vivo en San Diego, el vecindario es tranquilo. Vivo sola, vivía con mi madre hasta que ella decidió quitarse la vida hace más de un año y medio dejándome sola en este mundo, ya que no tengo a ningún otro familiar, nunca supe verdaderamente la razón por la que ella tomó esa decisión.
Tengo 19 años, mi vida es una mierda realmente, la mayoría del tiempo estoy sola, tengo algunos amigos del gimnasio y a mi mejor amiga Hannah, pero ella vive en Inglaterra, así que la veo muy poco.
No tengo un trabajo fijo ni tampoco estudio, a veces canto en algunos bares o en algunas tocadas, tengo una pequeña banda con unos amigos y nos consiguen presentaciones, nos pagan y de eso vivo, soy la vocalista.
Tome la correa y Willy, mi pequeño pug caminaba a mi lado mientras yo escuchaba música en mis audifonos. Nicotine de Panic! At The Disco sonaba en ellos, y yo cantaba a la vez.
Después de dos cuadras regresamos a casa Willy y yo, algo cansados, dejé a Willy en casa, tomé mi mochila y me dirigí al gimnasio.
Al entrar pedí unas llaves para poder dejar mis cosas en un locker.
"Hey Chris, ¿puedes darme unas llaves?" dije al recepcionista,
"Hey Tara, claro aquí tienes" me pasó unas pequeñas llaves con el número 4 en ellas, me dirigí a los vestidores y guarde mis cosas en el locker #4 no sin antes tomar mis vendas.
Me dirigí al salón de box y ahí se encontraban Victor y Jaime, ellos son mis amigos, los conocí el primer día que entré a las clases de box, había mucha gente y pocos costales, así que me tocó compartir un costal con ellos dos, y ellos después me presentaron a Mike, quien es el hermano de Victor, y a Tony, que es amigo de ellos igual.
Empecé a tomar clases de box, kickboxing más bien, cuando sucedió lo de mi madre, me sentía tan enojada con ella, conmigo, con el mundo, por haberme dejado que descargaba toda mi rabia golpeando los costales, es impresionante lo mucho que ayuda, desde entonces no he dejado de venir.
"Tara" Victor se acerca y besa mi mejilla
"¿Qué hay Vic?" preguntó tratando de sonar amigable. Jaime se acerca y besa mi mejilla al igual que Victor.
"Hoy tendremos una carne asada en casa, por si quieres venir, irán unos amigos que me gustaría presentarte" me dijo Vic y yo sonreí.
"Ten por seguro que ahí estaré Victor Fuentes, sólo dime la hora"
"a las 8"
"Perfecto"
