Cayendo -Larry Stylinson- (Libro #4 de SYVPMPE)

Prólogo

[Dedicado a:

@Amo_Los_Pandas <3 (¡Chica, le acertaste de lleno!)]

Prólogo:

(Siete años después)

Narra Louis:

Bip bip, bip bip, bip bip...

Apagué la alarma de un manotazo. Ya eran las siete, hora de levantarse a trabajar.

Aquella había sido mi vida desde que había sido contratado como psiquiatra en el Hospital Psiquiátrico de Manchester; levantarme a las siete am, desayunar, ducharme, ir a trabajar, salir a las ocho pm, cenar, irme a dormir. No había nadie en mi vida cotidiana más que los pacientes, los demás doctores, y yo. A mi madre y a mis hermanas las llamaba todas las semanas, más sólo las veía en cumpleaños u ocasiones de fiesta. Mamá decía que me estresaba demasiado. Yo le decía que estaba bien, que hacía lo que me gustaba, y que además ganaba muy bien. Lo de siempre.

A los pocos hombres que habían intentado entrar en mi vida, los había rechazado sin pensármelo dos veces. Y Harry... no había sabido nada de él desde aquella tarde en el hospital, en Londres. Tampoco había contactado con Zayn ni Niall, no sabía qué era de ellos. Por mí, podrían estar muertos y ni me enteraba.

Media hora después, estaba listo para irme a trabajar.

Al salir de mi apartamento, vi que habían cajas en el pasillo y algunos hombres moviendo muebles. ¿Una mudanza? ¿Quién se mudaba? El apartamento de al lado había estado vacío durante los dos años que yo llevaba viviendo en el edificio, que sólo tenía dos apartamentos por piso, así que la persona que se mudara sería mi único vecino.

Iba a entrar al elevador cuando alguien tocó mi hombro. Me volteé y... Mierda. Qué. Tipazo.

¿Qué? Porque rechazara una relación (sexual o sentimental) con todos los hombres, no significaba que no pudiera ver que habían tipos que estaban muy, muy buenos.

Él tenía el cabello negro azabache, la piel pálida, los ojos de un profundo azul, y barba de unos días. Su rostro era anguloso, tenía una mandíbula fuerte y una nariz no demasiado pequeña. Además, apenas mirando un poco hacia abajo, pude ver que tenía un cuerpo de pecado.

El tipo sexy se aclaró la garganta.

-Hola, soy Ben, y creo que soy tu nuevo vecino- me extendió la mano, y se la estreché. Uff, qué grande. Qué fuerte.

Espera, ¿qué? No se suponía que yo pensara eso.

-Soy Louis- me presenté.

Entonces Ben me vio con más atención, sin soltar mi mano.

-Me suenas de alguna parte...- dijo, pensativo- Louis... ¿como Louis Tomlinson?

Arqueé una ceja. Él también me parecía familiar, pero no sabia de dónde. Y ¿cómo sabía mi apellido?

-Sí- dije, inseguro.

-¡Lou!- dijo, sonriendo. Esa. Puta. Sonrisa.

Apretó un poco más mi mano, con entusiasmo.

-¿Eh?

-¿No me recuerdas? Fuimos mejores amigos en sexto grado.

Entonces recordé. Mi primer beso. En el jardín, la brisa, la hierba, sus labios.

-¿B-Benny?

Él me sonrió.

-El mismo. Oye, algún día tenemos que ir por un café o unas bebidas, ¿Qué te parece el sábado? Yo invito.

-S-seguro- le sonreí-. Oye, Ben, tengo que ir a trabajar, así que...- miré a nuestras manos, que aún seguían juntas.

-Oh, sí, lo siento- me soltó-. Yo tengo que seguir con la mudanza. ¡Nos vemos!

Entré al elevador, y vi que mis mejillas estaban rojas como... tomatitos. Mierda.

(...)

El director del hospital me había llamado a su despacho. No tenía idea de para qué me necesitaba, y a decir verdad estaba algo nervioso.

Llamé a la puerta.

Oí un "pase" desde dentro, por lo que entré.

-Doctor Tomlinson- el doctor Rooney, un hombre de alrededor de cincuenta años, me saludó-, tome asiento, por favor.

Hice lo que me había dicho.

-¿Qué sucede, doctor Rooney?- le pregunté.

-Una nueva paciente fue ingresado esta mañana. Ella estuvo encerrada en un sótano por años. Fue maltratada física y psicológicamente. Dejó de hablar, no hace ni un sonido. Quería saber si puedes tomar este caso, ya que por el momento sólo tienes uno.

-Claro- le dije. Pobre chica, tenía que ayudarla.

-Además, tendrás un compañero, ya que será un caso difícil. Él es nuevo aquí, pero tiene muy buenas recomendaciones.

-¿Ah, sí?

-Sí, y debería estar aquí en cualquier...

Unos golpes en la puerta lo interrumpieron.

-Lo siento, se formó un embotellamiento y me quedé atorado en el tráfico- dijo una voz grave y levemente rasposa a mis espaldas. Tragué, me recordaba a él.

-No se preocupe, doctor- el doctor Rooney le dijo-. Bueno, doctor Tomlinson, este será su compañero, el doctor Styles.

¿Styles? ¿Qué? No, no era posible. Para nada.

Volteé muy lentamente, y, mierda, allí estaba. Su cabello estaba recogido detrás de su cabeza, su piel estaba más bronceada, y su rostro estaba más anguloso. Estaba mucho más alto, lo que me hizo sentir auto-consciente, y musculoso. Sus hombros estaban más anchos. Oh Dios, sus ojos aún eran los mismos.

Pude ver que él estaba haciendo lo mismo que yo, estudiándome. Pero segundos después dejó de verme de aquella manera y vi que se puso en plan profesional. Me tendió la mano.

-Doctor Tomlinson- dijo formalmente.

-D-doctor Styles- estreché su mano, y u a corriente eléctrica me recorrió el brazo.

El director del hospital le pidió que también se sentara, y siguió explicándonos el caso que tendríamos entre manos. Durante todo aquel tiempo fui muy consciente de su poderosa presencia a mi derecha.

Una parte de mí quería declinar el caso, derivarlo a otro profesional; y yo también era eso, un profesional, así que debía comportarme como uno para poder sacar adelante a la nueva paciente.

No iba a ser nada fácil.

~•~•~•~•~

Holaaa :D

Espero que les haya gustado el prólogo, algún día de estos comenzaré a subir los capítulos :))

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Anto :*