𝘱𝘴𝘺𝘤𝘩𝘰 𝘬𝘪𝘭𝘭𝘦𝘳 | ❝ 𝗣𝘀𝘆𝗰𝗵𝗼 𝗞𝗶𝗹𝗹𝗲𝗿
𝗤𝘂'𝗲𝘀𝘁-𝗰𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗰'𝗲𝘀𝘁 ❞
PATRICK HOCKSTETTER ESTABA jodidamente loco, y Adam Tozier lo sabía, cosa que le gustaba de sobremanera. Le encantaba es...
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- ¿TE DUCHASTE, AMIGUITO? -FUE LO primero que le dijo el profesor de educación física una vez que salió de los vestidores después de quitarse el uniforme sudoroso de deportes, que consistía en una simple playera blanca (a él le quedaba bastante grande, por lo que parecía un vestido) con el logo de la escuela ubicado arriba a la derecha, justo en el pecho, y unos shorts negros, que se asomaban por las delgadas y blanquecinas piernas del chico.
-No, señor.
-Voy a explicarte esto sólo una vez más: si haces gimnasia sudas. Hay que ducharse, ¿Entiendes? -musitó, ya cansado de la situación.
Tozier se limitó a bufar en silencio, dando la media vuelta en dirección a los vestidores, esquivando a su paso a sus compañeros que apenas salían de ahí. Ingresó al lugar, asqueado de la suciedad y el olor a sudor que emanaba cada espacio de la pequeña habitación. Divisó a unos cuantos metros a Víctor Criss y Henry Bowers, con el torso desnudo y con solo unos pantalones cubriéndolos.
- ¿Dónde está el imbécil de Hockstetter? -inquirió el platinado, abrochando los botones de su camisa verde oscuro. Henry, que ya había terminado de arreglarse, se encogió de hombros.
-No lo sé, seguro que estará haciendo una idiotez por ahí.
Tras unos segundos de plática, rápidamente lo detectaron.
-Miren quién está aquí -dijo Bowers de manera burlona, dando pasos lentos hacia su persona. De inmediato retrocedió, haciendo no más que ensanchar la sonrisa del rubio-. Te equivocaste de baño, nena. El de las mujeres está al lado -la risa de Víctor resonó en el pequeño cuarto, causando leves escalofríos en la espalda del chico.
Adam mentiría vilmente si dijera que Henry Bowers no le daba miedo. Le tenía pavor. Ese hijo de puta estaba loco, y Adam era lo suficientemente inteligente como para saber que con Bowers no se podía jugar.
Nunca había tenido tantos problemas con él, exceptuando las claras burlas respecto a su orientación sexual y género. Él nunca se había tomado esas bromas tan en serio, aunque no niega no sentirse avergonzado cada que las escucha.
-Henry, de verdad, no quiero p-problemas -tartamudeó.
-Vaya, ahora tengo que soportar a dos tartajas -dijo burlón, colocándose frente a él-. Verás, Tozier -dijo con un exagerado tono de cansancio-, no quiero problemas contigo -Adam examinó su cara, buscando algún signo de broma-... Eso de golpear a niñitas como tú no me va mucho, además, ya tengo suficiente con el gafotas. Me gusta más hacerte la vida miserable a mi manera. Supongo que tú tampoco quieres problemas conmigo, ¿o sí? -rápidamente negó con la cabeza- Perfecto. Solo desaparece de mi maldita vista, maricón de mierda, y no te pasará nada -el pelinegro asintió frenéticamente, haciéndose a un lado, dejando espacio para que los dos amigos se marcharan.
Una vez que se fueron, exhaló dramáticamente, dejando escapar todo el aire retenido en sus pulmones debido a la tensión.
-Mierda y más mierda -murmuró para sí mismo, repasando todo lo que Bowers le había dicho hace solo unos minutos.
Con la mirada perdida y la cabeza analizando las poco fiables palabras de Henry, se despojó de su ropa, para después girar la llave de la regadera y meterse bajo el chorro de agua. Primero agitó su pelo de manera rebelde, mojándolo por completo. Cogió el champú y lo esparció por su cabello, cerrando los ojos para evitar que el jabón le cayera en los ojos. Con el jabón que caía de su cabello, lavó su pecho y axilas. Se metió nuevamente bajo la cascada artificial, recuperando la vista por completo.
El eco de unos pasos resonando en el azulejo del suelo hizo que se sobresaltara, mirando a todas partes asustado. Por suerte, se encontraba en una de las últimas regaderas, logrando colocarse la toalla alrededor de la cintura velozmente, antes de que alguien lo viera.
- ¿Hay alguien ahí? -preguntó al aire, sintiéndose estúpido al momento. Idiota, se dijo a sí mismo, pensando en las miles de películas de terror que había visto en el Aladdin con Richie. En ninguna no faltaba el cliché de: "¿Hay alguien ahí?". ¿Y qué pasaba después? ¡Boom! Persona muerta.
Su respiración se tranquilizó al notar una melena larga y pelinegra, aliviándose de que no se tratara de un maldito asesino psicópata, aunque rápidamente cayó en cuenta de que, entre el chico alto y delgado, casi esquelético, que se encontraba a escasos metros de él, no tenía tanta diferencia con el asesino psicópata. Oh, dios mío, pensó, pero si es Patrick, Patrick...
- ¡Hockstetter...! -maulló, aferrándose a la toalla enrollada en su cintura- ¿Buscas a Bowers? Él se fue hace unos instantes. Si quieres ve a buscarlo -tragó saliva-... O-obvio si tú quieres, no te estoy obligando, claro. Yo... -calló unos instantes, poniéndose aún más nervioso por la cercanía que el más alto había adoptado- solo decía.
Frunció el ceño, analizando las facciones de Patrick, que lucía relajado y tranquilo. ¿Qué estará planean...? ¡Madre mía! Está... Está quitando la toalla de mi cintura... ¡Ah! Q-qué hace. Por qué esta desabrochando su pantalón.
- ¿Patrick? -dijo casi en un suspiro, saltando cuando las delgadas manos del chico tomaron su cosa.
Tenía una mano entre los muslos de Adam y la otra entre los suyos. Con una masajeaba el miembro de Tozier y con la otra el suyo. Pero no era exactamente masajear... La estrujaba; tiraba de ella y la dejaba volver a caer.
La mano de Patrick subía y bajaba, subía y bajaba, deteniéndose a veces para acariciar el pecho del contrario.
Adam miraba la mano de Patrick hipnotizado, olvidándose de que se encontraba en el cochino baño de la escuela municipal de Derry, trasladándose al paraíso. ¿Qué es esto que estoy sintiendo? Se preguntaba una y otra vez, con la mirada perdida, siguiendo con la cabeza el ritmo que Hockstetter había cogido conforme los segundos pasaban.
De un movimiento rápido, Patrick giró a Adam, quedando espalda contra pecho. Lo azotó contra el azulejo de la pared, provocando que saliera un quejido por la boca del ojiverde.
-Una palabra de esto a alguien, y no la cuentas, Tozier -musitó en su oído, para después soltarlo bruscamente y salir casi huyendo del baño, subiéndose el pantalón a su paso y limpiando una de sus manos en su camiseta.
Hola bebés 🤠. Sí, ya sé, por fin actualizo JAJAJAJAJAJAJA. Me verán más por acá porque estoy inspirada 🤓. Me ha dado por escribir sobre IT. He sacado una novelita to' guapa de Patrick por si quieren pasar a verla🥵. Y próximamente subiré una novelita de Henry Bowers que me tiene muy ilusionada. Trataré de actualizar seguido, lo prometo.