- Ya va, ¿eres real?- hable en voz alta lo que ocasionó que mis amigos y la pareja me miraran raro, pero no le tome mucha importancia.
- Hey Oliv ¿en serio estás bien? ¿Qué haces?- me dice Mariano desconcertado ya que al parecer para él estoy hablándole a la nada.
- Thiago busca el número del manicomio que ya la perdimos - trata de bromear Leti- y yo que pensaba que la primera iba a ser Elissa.
Todos se rieron menos yo ya que todavía estaba mirando al chico volador que tenía al frente, él también me miraba pero como analizando me, como creyendo que no era verdad que yo lo veía, ¿como lo supuse? por qué yo lo veía y los demás no, lo que daba un igual de que se supone que nadie lo podía ver y para el yo no debería ser la excepción.
- ¿Cómo es que puedes verme?- logró formular.
No respondí sólo mire a mis amigos y lo volví a ver pero esta vez por un fragmento de segundo y reaccione.
- Ya va chicos ¿como es eso que me van a llevar al manicomio?- giro y veo a Thiago con el teléfono - Thiago suelta el teléfono, no estoy loca chicos ¿es que acaso ustedes no ven que hay un chico volador ahí mismo?
Me miraron raro y respondieron al unísono un rotundo No - ¿chica tas bien?- Me pregunta entre risas Leti ( si lo sé está gente no tiene seriedad) ya la pareja se había ido así que sólo estábamos mis amigos, el chico volador y yo.
- Coño chicos que si estoy bien- me volteó al chico volador que nos está viendo a todos y le digo - ¿cómo es posible que yo sí te vea y ellos No?.
- ¿Y a mi me ves cara de lo se todo?- me dice el chico volador que se nota a kilómetros que es más odioso que el señor Pepe de la esquina.
- No, la verdad es que te veo cara de los gatos esos pelones que están amargados por la vida, pero no estamos hablando de eso.
- Uy que delicada me salió.
- Uy que estupido me salió.
- En serio Olivia ya vamos a intercambiar regalos ¿Sí o No? - me dice Elissa.
- Si si emm pero antes tengo que arreglar una cosa- les dije mientras caminaba y le decía al chico que me siguiera con señas, el chico se lo pensó primero y después me siguió, cuando por fin estamos solos preguntó.
- ¿Qué eres? - me miró con extrañeza, al parecer no se terminaba de creer que lo podía ver .
- Hasta donde yo sé una humana normal aburrida y corriente, ¿que eres tú? - contraataque, obvio el chico desconfiaba de mí así que no me lo dijo al instante, lo cual me hizo acudir al plan B que acababa de inventar - ahhh ya se, eres un fantasma que está encadenado a esta escuela o tal vez eres de otra dimensión loca o de un reino mágico oculto - me corto
- Que friki eres, no soy nada de eso mujer loca.... Soy Cupido- lo dijo tan bajo que no lo logré escuchar.
- ¿Qué eres? ¿Un duende? -dije más en broma qué afirmación pero eso funcionó para que me contestara adecuadamente
- Que soy Cupido sorda- se imaginaran lo desconcertada que estaba así que obviamente mis preguntas se justifican.
- ¿Que no Cupido era un bebé en pañales entrometido? ¿Que va volando con sus alitas más pequeñas que su cuerpo?, que si me permiten decir no tiene lógica como lo hace volar pero igual nadie le toma importancia, ya que, todo el mundo piensa que sólo es un cuento de San Valentín así que no tiene que tener lógica, y por último pero menos importante ¿no que Cupido no existía?- me quedé sin aliento por lo rápido que formulaba las preguntas tratando de no tartamudear en el proceso.
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Cupido y sus flechas
FantasyOlivia y Oliver Cortés gemelos idénticos que lo único que los diferencia es el género, si no fuera por eso ni los lograrían diferenciar, hastas sus 16 años tuvieron una vida normal, tenían a su familia, amigos e iban a la escuela, lo común, lo de si...