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Lisa po'v

Últimamente he sentido extrañas cosas por Rosé, cosas que jamás he sentido ni por Jennie ni por otra persona más en este mundo.

No sé cómo explicar esta clase de cosas que he estado sintiendo. Siento que cuando estoy al lado de Rosé, estoy protegida y no necesito sentir miedo ante nada, también siento mariposas raras en mi estómago cada vez que ella me sonríe o me protege de algún matón.

Quizás sea amor, no lo sé. Nunca lo he experimentado.

Actualmente me encuentro acostada en mi cama mientras miro el techo de madera de la cabaña del campamento. Minutos antes, creo que Rosé me trajo aquí ya que me había quedado dormida.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abrirse, me giré dándole la espalda a la puerta fingiendo estar dormida ante la persona que quizás entraba.

-Lisa aún duerme- escuché que alguien susurró. Definitivamente era Rosé.

Escuché el sonido de los resortes del colchón sonar al alguien sentarse en él. Sentí que Rosé suspiro y se acostó. Quise con todas las ganas del mundo de darme la vuelta y verla antes de volver a dormirme pero no tuve la valentía de hacerlo, no hasta que...

-Lisa... Sé que estás despierta- dijo ella suspirando. Me giré y la vi de espaldas a mí y sacándose la camisa.

Me sonroje un poco a ver su espalda bien marcada y con algunas cicatrices provocadas por los maltratos de su ex padrastro hacia ella hace algún tiempo.

-lo siento unnie, no quería- fui interrumpida por ella.

-no te preocupes, Lisa. Sé lo difícil que es dormir luego de despertarse- dijo aún dándome la espalda y hablando calmadamente. 

Nos quedamos en silencio unos cuantos minutos, hasta que mi cuerpo decidió por si solo levantarse y acercarse a ella y apoyar mi cabeza sobre su espalda llena de cicatrices. Al parecer ella se sorprendió por mi acción que hasta a mi me resulto extraña por mi parte. 

-¿Lisa-yah?- preguntó sorprendida Rosé mientras giraba su cabeza y me miraba sobre su hombro.

-unnie, ¿usted que ha hecho para que tu padrastro te maltraté así?- pregunté mientras que con la llama de mis dedos recorría sus cicatrices y las analizaba con la mirada.

Rosé nunca me había contado de por qué fueron ocasionadas sus cicatrices, lo más máximo que me había dicho era que dichosas heridas las había causado su padrastro y no planeaba contarme más. Yo tampoco la obligue y no pensaba hacerlo y ahora, por alguna razón, se lo pregunté.

Ella suspiro y habló nuevamente calmada como siempre; aunque a veces se enojaba y era el mismísimo demonio.  

-¿realmente quieres saberlo?- dijo y miro su camisa de pijama.

Yo asentí y ella volvió a hablar:

-cuando mi padrastro se caso con mi mamá, nunca me cayó bien por lo que siempre aprovechaba cualquier oportunidad para burlarme de él y su tonta relacion. Por lo que, un día, mi padrastro se vengó de eso y me hizo estas cicatrices- explico suspirando y finalmente se puso la camisa girándose sobre sus talones para mirarme a la cara.

Realmente me sorprendí por todo lo que me había contado pero este se me fue cuando la miré a los ojos.

-pero no te preocupes, Lili. Eso ya paso y ahora soy feliz porque estoy contigo- expresó y sonrió. 

En ese momento, sentí las mismas cosas que hace algunos pocos meses antes de estar en este campamento. ¿Estaré enamorada de Rosé?

...continuará...

Espero que les haya gustado. Voten, comenten y sobre todo disfruten. Nos vemos en el próximo capitulo. 

Beautiful [Chaelisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora