•lindo osito• |Ruwigetta| Karmaland 4

capitulo 11.

Narra Rubius.
Después de la plática con Willy y también de que se haya ido, me tumbé en el sofá /sillón estaba feliz, confundido, inquieto, nervioso, pero algo cómodo? Estuve pensando en lo que me dijo el es agradable cariñoso divertido y algo romántico pero y si no funciona, y sí esto rompe con nuestra amistad no me gustaría que nuestra relación se vuelva incómoda o incluso que desapareciera.

Quería despejarme y desahogarme pero ya se estaba haciendo tarde y era luna de sangre, no era buen momento para salir me levanté tome mi espada y animales y los lleve a mi habitación no me gustaría que algún zombie chetado entre y los ataque.

Cerré la habitación me recosté en la cama y coringa no tardó en subir y recostarse junto a mi. Sonreí y lo empecé a acariciar poco a poco empecé a cerrar los ojos -*mañana hablaré con Luzu sobre lo de Willy..... Espero y me pueda aconsejar algo*- y me dormí.

A la mañana siguiente me levanté y volví a abrir la habitación y las puertas para que mis mascotas pudieran hacer sus necesidades afuera, el salir ví que había un cartel era de los rapitori, podían regresar a nieves a la normalidad con ayuda de una bruja muy poderosa leí las instrucciones y empecé a buscar lo que necesitaba.

Al terminar fui con nieves y la lleve hasta las coordenadas que me dieron, al llegar parecía ser una casa de árbol muy grande con muro alrededor al entrar pude ver a una mujer no más de 30 años alta, delgada y de piel morena, tenía unos ojos verdes como los míos.

Y su vestido era igual de color verde, al atardecer, empecé a decir el conjuro al terminar rayos empezaron a caer en los pilares con las cosas solicitadas y el último en nieves, yo di unos pasos atrás ya que otro rayó apareció pero este parecía no tener control y empezó a moverse de un lado a otro hasta que desapareció.

En el centro de dónde estaban los pilares pude ver a Nieves de nuevo con su cabello rojizo y sus ojos azules como el diamante, corrí a abrazarla, parecía confundida ya que tardo en corresponder a mi abrazo, al final le agradecí a la bruja y salí del lugar tomando de la mano a Nieves.

Estaba nervioso ya que no sabía si ella me recuerda o si ella está bien ahora o siquiera recuerda quien es.

R- Ni-nieves me recuerdas?- la mire mientras caminábamos por el pueblo, ella me miró y me sonrió.

N- Claro que sí osito.- estaba más tranquilo al parecer ahora es más inteligente.

R- Que bueno me estaba preocupando, que te parece si vamos a comer algo y después no se nos ponemos al día o me pláticas como te sientes, vale?- la mire con alegría, siempre la he querido es como si fuera mi mejor amiga o una hermana pequeña para mí.

N- m-me parece bien que tal si vamos a un restaurante- asentí y empezamos a caminar.

Narra Nieves.
El regresar a mi forma humana era extraño, pero ahora me puedo comunicar mejor, antes me era difícil ya que cuando me rescató uno de los osos me lanzó una maldición y nadie se dió cuenta esto me hacía parecer tonta y varios héroes se burlaban, en especial Vegetta, no soy un persona rencorosa así que no le guardo ningún rencor o algo por el estilo, solo espero poder aclarar las cosas con el y ser amigos y poder presentar me como es debido con los demás amigos de rubius.

Caminamos hasta un restaurante en dónde entramos y nos sentamos en unas mesas que estaban en la parte de afuera pedimos nuestra comida y empezamos a charlar, al parecer perdí un poco la memoria del como regrese a ser un muñeco de nieve y algunas cosas antes de eso, le expliqué lo que pasó a rubius y que no era tonta ni nada parecido.

R- oooh~ encerio lo siento debió ser muy incómodo para ti- parecía muy arrepentido, esto me causo algo de risa y le acaricie su cabeza.

N- N-no tienes de que preocuparte todo era parte de la maldición, ta-también tengo que dejar en claro q-que solo te veo como un hermano, n-no me gustan los hombres.- Voltee la cara estaba muy nerviosa y tal vez el reaccione mal, hasta que lo escuché reír, lo mire confundida.