Exhausta por la caminata rápida de mi casa hasta el colegio, di un largo bostezo tapándome la boca con la mano, mientras saludo al conserje quién se apiado de mí y me abrió la puerta del colegio para que entre, sin antes entregarle mi cuaderno de comunicaciones, para que lo lleve a preceptoría y le notifique a la encargada de mi curso que llegue tarde.
Dentro, recorrí el pasillo divisando que no hay un alma, excepto yo, en los pasillos. Debería correr para llegar a mi aula, pero la verdad con lo que tarde en desayunar, ya me daba pereza.
Ese día y por primera vez en mi corta vida, llego tarde a la escuela. Nunca había hecho tal cosa, yo siempre fui puntual con las llegadas, y eso que odiaba venir. Pero ahí estaba.... tendré mi hoja de asistencia perfecta arruinada. Genial.
Así que me dedique a caminar con tranquilidad, observando cada detalle que tenía la escuela, no estaba mal. Si la tenía que comparar con mi antigua escuela, esta está mucho mejor.
—¡Por fin! —escuche tras mi espalda. Gire un poco mi cuerpo para ver quién había dicho eso, viendo a una Elizabeth frunciendo las cejas y cruzada de brazos.
¡Maldición!
Ahora me haría un sermón de aquellos, me di la vuelta por completo y le solté un simple "hola" levantando mi mano izquierda. Por esta razón y muchas otras es que no me gusta llegar tarde.
Elizabeth me pidió que me acerque hacia donde estaba, y yo sin remedio, con pequeños pasos me fui hacia su dirección, ella impaciente me exigió que me apresurara. Una vez que estaba frente a mi amiga, me agarró del brazo y me llevó arrastras al aula.
—Espera, que tengo sueño —me queje soltándome de su agarre. Liz se paró y me observó, otra vez con esa mirada que detestaba.
—Puedes dejar de mirarme así, ya pareces a mi mamá.
—¡¿Cómo no hacerlo?! Llegaste tarde y hoy tenemos que presentar un trabajo juntas, ¿se te olvido? —pestañee varias veces, no me acordaba de eso. Presentía que me faltaba algo, por eso les temía a las quejas de mi amiga.
Elizabeth se dio cuenta de que me olvide y niega con la cabeza.
—Tu cara lo confirma todo y ya sé por qué es... —yo levante una ceja confundida —. Por favor no me pongas esa cara, sabes perfectamente. Te quedaste hasta tarde pegada en la computadora metida en GOA, criticando a la pobre Margarita.
En mi cabeza se escuchó un Click imaginario, cuando recuerdo el por qué llegue ese día tarde, y sonrió con malicia al recordarlo.
En ese entonces, no era consciente lo que mis palabras podían ocasionar.
—Ah si... —me reí —, viste lo que me puso, hay como la deje —volví a reír. Mi amiga en cambio, me observa con cara de pocos amigos, típico de Liz cuando hago eso o a veces.
Ella en realidad era mi fan número uno, le gustaba las cosas que le decía a las personas que para Liz sí se lo merecían, pero no me soportaba cuando se las hacía a las que no, según ella.
—Yo a veces no te entiendo, eres muy amarga, y tampoco entiendo cómo es que la administradora no te quita.
—Eso será porque me admira y porque no rompo las reglas.
Liz y la administradora de la red eran las únicas que sabían que yo era Hidden Soul. Mi mejor amiga; porque fue ella quién me convenció desde un principio a que pruebe esa aplicación y me propuso; ya que no me gustaba poner mi nombre, que me invente un sobrenombre cosa de que, si veo que no me gustaba la red podría irme sin drama, caso que fue contrario.
Y la administradora; era una de mis compañeras de mi curso y la responsable de crear la red para un proyecto que tenía que entregar de Informática, -la profesora le gusto y le permitió que continuara así- ella debía estar enterada de quién entra a la red social, hasta saber los que entran con un alias y eso me incluía, si no, no te permite estar en GOA. Tenía la suerte de que Raquel, así es como se llamaba, sea súper confiable y no diga nada. Si no yo ya no estaría ahí y no sería mi subdominio un gran misterio en este colegio.
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¿Por qué te ocultas? La historia de Alma.
Teen FictionHidden Soul es el sobrenombre que Alma utiliza en una red social llamada GOA. Donde ella critica, comenta y publica cuando ve cosas sin lógica, expresándose sin temor a ser odiada. Sin embargo, fuera de la red, en la vida real, Alma es una chica cal...