Capitulo 1:

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(POV; Emma)
-Cariño, es hora de despertarte.
Sentí una luz blanca traspasando mis párpados, y al abrirlos, observé a mi madre golpeando un sartén con una cuchara de metal. Me froté mis ojos rápidamente los jalé de manera exagerada, para hacer enojar a mi mamá.
- ¡Nooo! -Grité- ¡No me hagan sufrir esta tortura! ¡Paren esto, abuso infantil!
-Qué graciosa-Mi madre sonrió, deteniendo el ruido provocado por la cuchara-Vas tarde. No puedes estar tan cansada. Solamente han pasado...-Mi madre levantó sus manos, contando con sus dedos- ¿11 días desde que iniciaron las clases?
-Si lo multiplicamos por diez, tal vez-Sonreí "altaneramente", como mi mamá lo diría. Me apoyé en mis brazos y me senté en la orilla de la cama, poniéndome mis pantuflas.
- ¿Sabes qué? Estás demasiado sarcástica hoy. Me estas empezando a caer un poquito mal.
-Ajá-Asentí débilmente debido al sueño- ¿Qué habrá de desayunar hoy?
- ¿Huevos y jugo?
-Ehh, bueno. Supongo. ¿Cuál es tu afición con el jugo, por cierto? Desde que tenía 7 años me lo das.
-Vitamina C-Mi mamá susurró, saliendo de la habitación-Te hace más fuerte.
Rodé mis ojos. Murmuré un "Te quiero", pero al momento que lo dije, la puerta ya había cerrado.
Saqué la ropa que había escogido para hoy de mi cajón y me empecé a cambiar: Unos jeans negros un "poco" rotos, un croptop de flores amarillas, unos flats rosas simples, un pequeño trazo de delineador y mi labial rosa favorito. Me peiné un poco el cabello, dejándolo suelto, tomé mi mochila y me bajé a desayunar. Este sería un día largo. Muy, muy largo.

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(POV; Mark)
Lunes. Simplemente, amo los lunes.
Bueno, más bien, amo los lunes metafóricamente. Me desagrada levantarme a las siete de la mañana cuando normalmente me levanto a las once de esta. También odio hacer tarea (siempre termino haciéndola, de todos modos)
Pero al mismo tiempo, me encanta analizar a las personas, y me encanta compararlas. Ese es uno de mis puntos favoritos de la escuela. Tienes a los populares, el "trío de oro": Emma Thompson (Qué tiene un cabello increíble, por cierto), Jessica Brown (Linda, pero al mismo tiempo molesta) y su hermano, Anthony Brown (Incluso mucho más molesto. Me lanza bolitas de papel en las clases de Química)
Entonces, apartando la vista, me encuentras a mí. Un chico usualmente callado en clase, fanático de Star Trek, con una extraña afición a la gastronomía y a los gameboys. A mi derecha se encuentra Daniel, mi mejor amigo desde hace un año, que siempre pelea conmigo porque "Star Wars es muchísimo mejor que esas putadas de Star Trek". Y probablemente molestándonos o tomándonos fotos se encuentra Bobbi, que es extremadamente molesta y que siempre se mete en nuestros argumentos "Las dos son putadas, ya. Parecen niños de 6 años con problemas de atención". Podríamos decir que mi relación con ella es complicada (Le gusto, me gusta. No me atrevo a invitarla a salir porque sus padres me intimidan mucho y soy muy asustadizo). Pero supongo que así nos soportamos.
De vuelta de divagar: La campana suena. Siento un tamborileo de dedos en mi hombro derecho y suspiro con pesadez.
-Amorcito-Dice una voz a mis espaldas.
-Daniel-Sonreí. Guardé mis auriculares en mi bolsillo y cerré mi casillero-Que gusto verte. ¿Sigues viendo las películas... como se llaman? ¿Corn Pops?
- ¿Te siguen gustando los completamente heterosexuales James Kirk y Spock?
- ¿Te siguen gustando los incestuosos de Leia y Han Solo?
-Primero que nada: no son incestuosos. Es amor fraternal-Daniel alzó las cejas, y me empujo ligeramente con su mano derecha-Segundamente: Nos toca inglés. ¿No quieres ver a Jess Brown? Siempre te le quedas viendo en... bueno, todas las clases.
-Me gusta su cabello-Nunca supe porqué, pero siempre me he fijado mucho en el cabello de las personas-Pero tengo que admitir, el cabello de Emma es ligeramente mejor.
-Qué tierno, le diré que dijiste eso. Si tan solo me hablara, se lo diría.
Sonreí de lado ligeramente, y antes de darme cuenta ya estábamos en el aula de inglés. A empezar otro día, supongo.

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(POV; Emma)
Sentí náuseas.
Dios, sentía unas nauseas tremendas. Como si hubiera comido una de esas hamburguesas de Epic Meal Time en solo cinco minutos. Mis manos me temblaban, estaba sudando litros y litros de agua, mi cabeza timbraba, sentía una pesadez en mi boca, como si estuviera guardando un bocado en ella y no podía mantener mis ojos abiertos por más de diez segundos.
Sentí que me moría. Literalmente.
Creo que al sentirme tan mal no me dí cuenta de mis alrededores, o tal vez estaba alucinando demasiado, pero sentí que Hardwing (El chico que se sienta detrás de mí) me llamaba lentamente, para preguntar preguntas sobre la clase o algo así.
Estaba tratando de contenerme, pero ya no pude más. Levanté mi brazo lo más alto que pude. Me costaba muchísimo levantarlo, sentía que se me caería en cualquier momento.
- ¿Sí, señorita Thompson? -Logré escuchar a la señora Smith hablándome. De seguro la interrumpí a mitad de clase.
- ¿Me permite ir al baño? -Apenas y pude formular las palabras en mis labios. Gracias a Dios que no dije nada como "¿Baño... permitir?"
-Está bien-La señora Smith se giró de vuelta para anotar algo en el pizarrón, y me hizo una seña leve con la mano-Puedes ir. Pero hazlo rápido.
La maestra no había terminado la frase antes de pararme y salirme corriendo. Corrí lo más rápido que pude hacía el baño de chicas, con mi mochila en mano, me arrodillé frente al retrete, y obviamente, vomité.

Vomité algo morado fosforescente, aparentemente.
No le presté atención. No sé por qué, pero no lo hice. Sentí mi cara pegajosa. Mis ojos goteaban suavemente por el dolor. Bajé la tapa del retrete, y de mi mochila saqué un espejo de mano. Y al querer abrirlo, lo rompí.

El espejo, al ser jalado para atrás, se rompió.

¿Qué exactamente me estaba pasando?

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