Ayudar a las personas es el objetivo de la vida de Kamille Ali, incrustado en ella desde su nacimiento y hasta el fin del mundo.
El levantamiento de los muertos y la pérdida de sus padres no eran cosas para las que estaba preparada. Con solo su herm...
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"Gracias por hacer que hoy sea memorable".
Kamille miró a Alicia mientras la niña más joven trepaba a la cama compartida.
"No hice mucho". Dijo Kamille encogiéndose de hombros.
Alicia se dio la vuelta para apoyarse en los codos y mirar a Kamille. Esta última le sonreía a la cumpleañera, admirando lo perfecta que se veía con la luz del sol del atardecer brillando sobre ella a través de las cortinas.
"Aparte de asustarme casi hasta la muerte cuando desapareciste". Comenzó Alicia, poniendo los ojos en blanco en broma. "Me escribiste una hermosa tarjeta. Y pasamos el rato en la playa, intentamos surfear".
Kamille se rió entre dientes ante el recuerdo antes mencionado, ya que ambas eran tan malas como la otra, incluso con la ayuda de Héctor.
"E hiciste lo mejor que pudiste para comer conmigo sin miradas indiscretas". Continuó Alicia, su voz suave y agradecida. "Y, oh, ¿Cómo puedo olvidarlo? Dijiste que sí a ser mi novia".
Una sonrisa apareció en el rostro de la rubia mientras miraba a los ojos a Kamille.
"Realmente fue el día perfecto para ti entonces, ¿No?". Bromeó Kamille, haciendo reír a Alicia.
Se inclinó y presionó sus labios contra los de Kamille en un beso rápido, antes de apoyar la cabeza en su pecho y acurrucarse contra su costado.
"Supongo que finalmente estamos comenzando de nuevo". Murmuró Alicia con un suspiro de alivio.
Kamille tarareó de acuerdo, determinada a no dejar que los pensamientos negativos la deprimieran. No cuando finalmente estaba feliz, sana y salva. Alicia y ella estaban juntas y Kamille todavía no podía creerlo, incluso cuando la chica estaba literalmente abrazándola.
"Cariño, me acabo de dar cuenta de algo". Dijo Kamille en voz alta, arqueando un poco las cejas.
