Prólogo.

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PROLÓGO

"Hay tres mundos que muchos conocen: El Cielo, La Tierra y El Infierno. Esta es la historia de amor entre Ángeles de diferentes mundos, el Ángel del Infierno y el Ángel del Cielo. Cada 60 años, el Infierno o el Demonio Máximo, le concede a un Ángel, el deseo de que vaya a La Tierra y viva una vida común. Lo mismo sucede en El Cielo, pero solamente cada 40 años. Da la casualidad que de vez en cuando coinciden las fechas."

Ésta fecha cambiará la vida de dos Ángeles totalmente opuestos.

*En el Cielo*

-Los eh convocado para la gran ceremonia de hoy. Como reglamento dice, solo un Ángel podrá bajar, y vivir su vida. – La tensión en la sala era más que notoria, el nerviosismo y la intriga era mucha. – El Ángel ha sido elegido por su esfuerzo, por su trabajo y por su desempeño. Este Ángel ha trabajado muy duro para lograr su objetivo. El Ángel elegido es…- Comencé a temblar, estaban a punto de decir el nombre del Ángel elegido. –Tomlinson.

Entré en shock. ¿Yo? ¿Enserio, yo? Esto era lo que más quería en el mundo, lo que siempre había deseado. Podría enamorarme, tener hijos, crecer, trabajar, envejecer, volvería con mi familia, o lo que queda de ella.

-Gracias señor, muchas gracias. No sé cómo agradecértelo.- dije feliz.

- No debes agradecer.  Pero debes saber algo.- Me desconcerté. ¿Qué era lo que yo no sabía? Hice una mueca indicando que continuara. –En La Tierra, debes esconder tus alas en todo momento, nadie puede verlas, es tu secreto. Nadie puede saber que eres un Ángel.

Eran pasadas las 5:00 PM, estaba empacando para irme. A las 6:00 PM debía saltar. ¿Cómo lo haría? Nunca había visto a nadie hacerlo. ¿Dolería la caída? ¿A dónde iría?

Las dudas estaban acobardándome.

Terminé de preparar todo, me miré una última vez en el espejo, aunque no sabía por qué lo había hecho, era un Ángel, siempre me veía bien, y salí al pasillo. Llegué al centro, donde todos estaban reunidos esperándome, mire a todos lados, no había ojo que no estuviera posado en mí.

No tengas miedo.

Me susurró una voz misteriosa, apagada, como sin fuerza. No sé cómo sucedió, pero estaba frente al agujero.

Salta.

Otra vez esa voz. No sabía quién era, pero obedecí.  Salté.

No fue como pensaba. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba en un dormitorio. Tocaron la puerta, seguido de un grito.

-¡Levántate!- Caminé hacia la puerta y antes de abrirla, cerré los ojos y sonreí como nunca. Estaba en La Tierra.

*En el Infierno*

El Demonio ya había empezado la ceremonia, estaban todos ansiosos y nerviosos.

-Aquí les traigo al Demonio que irá arriba-El Demonio agarró el pedazo de papel rojo y lo leyó.

Harry Styles, un chico de 16 años, tenía el sueño de poder vivir una vida. Él estaba entre una multitud, pero no perdía la esperanza. Él estaba con Gemma, su hermana, ella le traía suerte y la quería mucho.

-El Demonio que subirá es…- Nunca se había sentido tan nervioso. Nunca. –Gemma Styles.

En ese momento se decepciono de él mismo, pero sacó su mejor sonrisa, por su hermana.

-Lo siento Harry, sé que era tu sueño y si pudie- Empezó a decir Gemma pero Harry la interrumpió.

-Tranquila Gemma, puedo esperar otros 60 años, no hay problema.- Sonaba ilógico, pero aun así Gemma asintió.

Lo abrazó y fue juntó al Demonio Mayor.

-Espere.- Dijo Gemma.

Toda la sala quedó en silencio.

-¿Qué quieres jovencita?- Respondía al pedido de Gemma.

-Quiero decir algo.

-Adelante, pero que sea rápido. No queda mucho tiempo.

-Solo quiero…- Estaba tan nerviosa y tan segura al mismo tiempo, que no le salían las palabras. La sala se llenó de murmullos. – Quiero darle mi lugar a Harry.- Los murmullos aumentaron.

-¡SILENCIO!- Toda la sala calló de repente.- ¿Estás segura de lo que dices?

-Más que segura. Harry merece esto más que nadie.- Todos estaba estupefactos, nadie nunca había hecho alguien así por alguien, en el Infierno todos eran egoístas y pensaban en ellos mismos.

-Pues bien, Harry Styles entonces, ve a preparar tus maletas. Gemma, acompáñame a mi despacho. –

La sonrisa de Harry era inmensa, no podía creer que su hermana le haya dado la única oportunidad que tenía de volver.

La mirada de Gemma representaba el miedo, nunca la habían llevado al despacho del Demonio Mayor. Estaba muy contenta por Harry, sabía que había hecho lo correcto, no tenía ningún interés por subir a La Tierra. Pero por otro lado, estaba asustada, por su hermano y por ella, Harry era muy joven aún para estar solo en un mundo tan grande, y ella no estaba acostumbrada a no estar sin él. De todas formas, no se arrepentía.

Llegó con el Demonio Mayor a su despacho y entraron.

-¿Por qué hiciste lo que hiciste?

- Mi hermano quería esto más que nada. No podía irme yo, él lo necesita.

-¡Esa no es la actitud de un Demonio! ¡Esa es la actitud de un Ángel del.. Cielo!- Al decir la palabra “Cielo” fingió arcadas.

-Lo siento..

-¡¿LO SIENTO?!

Está bien, lo admito, no debió decir eso.

-¿Sabes? Vete, no quiero verte. Mañana veré que hago contigo.

-¿Me mandarás al Cielo?

-¿Cómo puedes decir esa palabra con tanta facilidad?- Tomó aire y se tranquilizó un poco. –No sé si te enviaré. No lo sé aun. Vete.

Lo hizo, se fue. 

Ángeles y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora