De: Kim Taehyung
Para: Min YoongiAsí amabas a Jeon Jungkook.
Lo mirabas como si fuera el que ponía cada estrella en el cielo. Como si fuera el dueño del sol. Y si no lo veías, lo pensabas. Porque el calorcito en el pecho y el vacío en el estómago se habían vuelto necesarios. Equivocados están los que decían que eras adicto a él. Eras adicto al amor. Porque una vez descubriste cómo amar, quisiste hacerlo siempre. A cada segundo, en cada momento. Porque por fin lo entendiste, esa cosa imposible y maravillosa que se siente al amar, y al sentirse amado. Te diste cuenta de que aquellos a quienes un corazón roto les quita el deseo de amar siguen sin entenderlo. Y es que cuando has amado de verdad, sabes que no importa qué tan doloroso sea el final, el camino valió cada maldito segundo.
No maldigas, piensas, porque es lo que te decía él, y aunque sigues maldiciendo siempre que puedes, tu subconsciente también se enamoró, y a él le cuesta más desenamorarse. Te martiriza, poniendo en tu mente su canción favorita, el recuerdo de aquellas vacaciones irrepetibles o la última discusión. Y lo odias, odias tener que recordarlo, anhelas poder quedarte dormido tras un largo día de trabajo sin tener que revivir una y otra vez momentos que te hacen daño. Pero luego, cuando despiertas y ves el sol por la mañana, suspiras porque te conoces a ti mismo, y en secreto atesoras cada recuerdo, porque nunca fuiste tan feliz.
“Jamás pensé en la posibilidad de querer borrarte de mi mente para siempre”. Oh, esa película. Eterno resplandor de una mente sin recuerdos es casi una forma de terapia en tu vida. Es tu película favorita, tus ojos se iluminan siempre que intentas explicar por qué es tan especial. Cuando todo se terminó, y te cansaste de llorar, recuerdo estar viendo la película contigo, y verte llorar de nuevo después de semanas sin hacerlo. Dijiste que aunque habías visto la película infinidad de veces, apenas en ese momento la entendías.
Querer borrar a alguien de tus recuerdos porque estás herido y duele demasiado es algo tan real, tan lógico y sincero, que desde la primera vez sentiste empatía al ver la película, creíste que lo entendías. Pero tuviste que pasar por ello, amar con el alma y terminar roto, para comprender que borrar de tu memoria a quien amaste tanto es una estupidez, algo imperdonable, porque ser capaz de sentir algo tan fuerte es un jodido milagro.
No importa cuánto me haya lastimado, dijiste, nunca me arrepentiré de haber sentido algo tan hermoso.
Eso es amar. No es tan complicado, aunque tampoco es perfecto. Pero, definitivamente, amar no es sufrir. Aunque al principio te parecía imposible hablar del amor sin incluir el dolor, ahora lo sabes. Porque lo que duelen son las personas. Los planes que no se podrán hacer, las expectativas que se tenían para el futuro. Las desilusiones. No el amor. El amor prevalece en medio de la tormenta, y no comienza a desvanecerse sino hasta que la corriente se lleva todo el sufrimiento. Porque entonces tu corazón ha comprendido, ha sanado, y puede permitirse dejar ir el sentimiento, porque sin amor el corazón sólo sobrevive si no hay dolor.
Que siga amando a Kook no significa que me siga doliendo, es lo que decías siempre que alguien te miraba con lástima en los ojos y te preguntaba “¿todavía?”. En esos momentos yo sólo quería sostenerte entre mis brazos y salir corriendo contigo, porque a nadie debería importarle cuánto tiempo te duele, durante cuánto tiempo vas a amar el pasado.
Amar el pasado… qué difícil. Qué difícil fue cuando después de meses lo viste por primera vez, sentado en el banco de la parada del autobús, escuchando música con los audífonos que le regalaste dos navidades atrás. Tan malditamente atractivo.
Qué difícil fue, porque te diste cuenta de que lo que aún amabas no era Jungkook, sino lo que representaba. Las noches de películas y largas conversaciones, las estrellas que iluminaban el cielo sólo por él. Las sonrisas, los paseos en bicicleta, cada museo y sala de cine, cada puesto de comida rápida y cada tren al que subiste para verlo. Era todo eso lo que todavía amabas con locura, porque no había más que felicidad en cada recuerdo. Por eso te costó tanto, por eso lo amaste tanto tiempo después de que se acabara. Porque Jungkook nunca te dio motivos para dejarlo de amar. No hubo discusiones ni malentendidos, no hubo traiciones ni mentiras. No sentiste rabia ni enojo, tampoco desilusión o decepción. Tú sólo sentiste dolor, porque él simplemente se enamoró de alguien más. Esas cosas pasan, te dijo una vez alguien. Tal vez descuidaste la relación.
Descuidaste la relación… Cómo sufriste cuando escuchaste aquello, porque de repente había una mínima posibilidad de que fuera tu culpa. De que tú fueras quien arruinó lo más hermoso que tenías. Es una suerte que yo exista en tu universo, hyung, porque jamás te permití creer aquello. Porque el amor, así como lo ves, tan infinito, se siente diferente cada vez, y en cada quien. Y así como tú lo seguiste amando sin tenerlo, él dejó de amarte aún teniéndote. Tampoco es su culpa. Esas cosas pasan. Culpa del destino, tal vez. O de aquella otra persona, que simplemente encajó mejor que tú en su corazón.
Así funciona para algunos, y el resto tenemos que entenderlo. Porque el amor es así. Una cosa curiosa y encantadora, capaz de hacer valer el sufrimiento como nada más puede. Y es que, si al final todos vamos a sufrir, qué mejor manera de hacerlo que por amor. Masoquista, te dijeron alguna vez, porque cuando el brillo en tu mirada al pensar en Jungkook se fue apagando, volviste a decir con voz tierna y ojitos inocentes que querías volver a enamorarte. Amar de nuevo, sentir de nuevo el vértigo en el pecho cuando das todo de ti. Era triste cuando al final del día y en la privacidad de tu casa, con la mente más difusa y el corazón más oprimido, me llamabas y me decías quiero amar de nuevo, Tae, pero siento que todo lo que tenía se lo dí a Kook.
Si mis lágrimas ya se acabaron, me dijiste una noche, qué voy a llorar cuando vuelva a enamorarme.
Si ya canté todas las canciones de amor, qué voy a cantarle.
Cántale indie y folk, hyung.
Ese es tu género favorito, me respondiste, y continuamos la conversación.
No lo entendiste.
Así eras tú. Tenías mi corazón en las manos y no te dabas cuenta. No te preocupes, hyung, con el tiempo aprendí a apreciar la belleza del amor unilateral. Porque amar cuando la otra persona también te ama es fácil, pero cuando sólo tú amas… No hay amor más grande. Das todo aún sabiendo que no te van a dar nada. Entregas tu corazón y dejas tu pecho vacío, a la espera de un corazón ajeno que sabes que nunca va a llegar. Te obligas a ser feliz cuando el otro es feliz, hasta que un día te das cuenta de que ya no hace falta esforzarse, porque has aprendido a amar en soledad.
Es bonito. Triste, sí, pero bonito. Cuando eres objeto de un amor así, tienes que sentirte afortunado, porque nadie te va a amar más que aquel que lo hace sin interés alguno. Por amor al arte, como dice el dicho. Por amor a amar.
Así te amo yo.
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Amor a amar [OS] - KookGi | TaeGi
FanfictionAsí te amaba yo. *** - One Shot. - [Yoongi × Jungkook], [Yoongi × Taehyung]. - Es simple, sin diálogo, muy corto. - Todos los derechos están reservados.