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Era el día de la graduación de Jungkook. Al final sí había comprado un traje negro, corbata del mismo color y una camisa negra. Lo de vestir formal no era lo suyo, sentía que no encajaba en ese traje elegante, pero yoongi había insistido tanto porque llegara bien a la ceremonia que al final terminó cediendo.

Era un día especial o eso decían sus compañeros de generación. Raramente no se sentía así, sentía que algo le faltaba. todos sus compañeros estaban con sus familias, sus padres orgullosos a sus novias y novios. Él no tenía a nadie más que a sus dos amigos, Aunque la familia de estos lo quisieran como si fuera parte, aún así se sentía vacío.

No había invitado a su mamá, la idea había cruzado por su mente pero nunca llegó hacerlo. En cambio sólo dejo las invitaciones sobre un mueble en el departamento con la ilusión de que Jimin o alguno de los niños la encontrara. No había sido una invitación directa, esperaba que lo tomarán como una invitación pero ni siquiera sabía si ellos habían encontrado las invitaciones.

La ceremonia había comenzado, estaba nervioso, necesitaba algún tipo de
apoyo. Se giró y miró a sus dos amigos mirarse con amor ¿Él algún día encontraría alguien que lo mirará así? ¿Alguien con quien compartir toda su vida? ¿Alguien que le quisiera y soportara? Su mente sólo tenía una persona rondando y él no quería asimilar la situación.

Cuando la ceremonia de entrega del título comenzó sintió algo darle vuelta el estómago mientras aplaudía a cada uno de sus compañeros. Cuando llegó el turno de Yoongi ambos separaron de sus asientos para gritar y aplaudir con todas sus fuerzas. había conocido sus amigos desde que comenzó la carrera, fueron los primeros en hablarle y sentir una confianza loca, los dos habían estado para el los últimos años cuando no tenía a nadie, sin duda eran los mejores amigos que podía pedir. Luego llegó el turno de Tae al igual que al anterior aplaudieron con entusiasmo, se sentía bien terminar tan importante etapa de sus vidas junto a los amigos que quería conversar para todo lo que resta de la vida.

Se sintió un poco aturdido cuando dijeron su nombre, se paró de su asiento sintiendo los gritos de sus amigos, sonrío nervioso. sí subió al escenario para recibir su título de manos de un profesor, éste lo abrazó.

―Excelente estudiando y sé que serás una excelente profesional, felicidades Jungkook.― Susurro esté a su oído. Sonrío agradecido, estaba cumpliendo su sueño. Por fin podía restregarle en la cara a su mamá el título de la carrera que ya tanto detesto, lo había logrado, y lo había logrado sin su ayuda.

Se giró para mirar a la multitud para para una foto que era obligación tomar. Fue ahí cuando los vio, al final de todas las personas estaban, pero él podría distinguir sus caras entre miles y miles de personas.

Jimin, Soobin, Taeyang y Min ho. Algo en su interior comenzó a revolotear, de nuevo las malditas abejas. Ellos le sonreían y aplaudían, taeyang lo saludó a lo lejos sonriendo demasiado feliz, le devolvió el saludo sonriendo de igual manera. Estaban ahí, estaban ahí para apoyarlo, estaban ahí y sonreían orgullosos mientras aplaudían. Incluso Jimin lo miraba así, sus ojos brillaban al verlo. pareciera que sus ojos se hubieran robado todas las estrellas del cielo, sí, todas las estrellas del cielo estaban en los ojos de Jimin esa noche.

Se quedaron mirando unos segundos donde Jimin le sonrió, segundos en los que las abejas en el estómago de Jungkook se multiplicaron y comenzaron a bailar breakdance. ¿Así se sentía? ¿Así era realmente esa cosa loca que aún no quería nombrar? Porque si se sentía así él estaba dispuesto a sentirse de esa manera Por el resto de su vida, sólo para que Jimin lo mirará así. Qué cosa más loca lo que sentía en ese momento.

No supo cuándo, ni en cuanto tiempo bajó del escenario con el corazón latiendo a cien. Se sentó pero inmediatamente se giro para mirar y buscarlos pero todas las personas ahí se lo impidieron.

𝙿𝚊𝚍𝚛𝚎𝚜. [KM 국민]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora