2. Nuevos hermanos

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Mama se fue dejándome en la mansión con el Sr. Reginald Hargreeves o el que ahora iba a ser mi padre. Solo entré en la mansión cuando desapareció el coche de mama.

- ¡Niños bajar al salón ahora! - gritó él.

De repente bajaron todos y se quedaron mirándome confundidos, ellos ya me conocían ya que el día anterior luche en el banco junto a ellos. No sabía que hacer, me sentía bastante incomoda con todos ellos mirándome fijamente y con curiosidad. Reginald comenzó a hablar sacándome de mis pensamientos.

- Niños esta es vuestra nueva hermana número 8. - dijo el con voz firme. Lo miré un poco extrañada. Yo no me llamo como un numero, ¿qué dice?

Hola, podéis llamarme TN. - dije yo un poco avergonzada. Me negaba a que me llamaran como a un numero.

Vamos niños presentaros y decir vuestro nombre y poder.

- Yo soy numero 1 pero puedes llamarme Luther, mi poder es la superfuerza. - empezó amable y sonriente.

Yo soy numero 2 pero puedes llamarme Diego, mi poder es que lanzo cuchillos y van en la dirección que yo quiera. - dijo el también con un tono amable y sonriente.

Yo soy numero 3 pero puedes llamarme Allison, mi poder es que digo rumores y estos se cumplen. - dijo dirigiéndome una sonrisa.

Yo soy numero 4 pero puedes llamarme Klaus, mi poder es ver a los muertos y comunicarme con ellos. - dijo imitando el tono de voz de papa, que raro se me hacía tener que llamar así a un señor que acababa de conocer, lo que me sacó una sonrisa. 

Yo soy numero 5, mi poder es teletransportarme en el espacio y tiempo. - dijo borde e indiferente con un tono bastante seco.

¿Tu no tienes nombre? - comenté yo amable pero algo extrañada de que no lo hubiera dicho.

Sí, mi nombre es cinco... -  dijo rodando los ojos como si yo fuera una molestia para el.

Yo soy numero 6 pero puedes llamarme Ben, mi poder es sacar tentáculos desde mi tripa. - dijo más amablemente a diferencia del anterior.

Yo soy numero 7 pero puedes llamarme Vanya y no tengo poder. - dijo la última bajando la mirada con vergüenza. Me dio lástima ya que vivir en una casa en la que todos tienen poderes menos tú debe de ser muy difícil, ya que por lo que veía los poderes eran lo único que importaban aquí. Así que le respondí con una sonrisa reconfortante para que no se sintiera mal.

- ¡Vaya vuestros poderes son increíbles! - Les dije a los demás. - Lo siento por tí Vanya. - Agregué sinceramente.

- No pasa nada. - dijo ella muy avergonzada.

Cinco lleva a Ocho a su cuarto. - dijo tranquilo pero con un tono de autoridad.

¿¡Por qué yo!? - dijo enfadado lanzandole una mirada mortífera.

- ¡Hazlo y punto! - dijo enfadado.

- Le puedo llevar yo si quieres. - dijo el que creo que se llamaba Diego amable y mirándome con una gran sonrisa.

- ¡No, Cinco le llevará! - dijo ya muy enfadado.

Cinco me miró con desprecio y me dijo que lo siguiera. Yo le hice caso y le seguí de mala gana, no entendía su comportamiento ni porque se portó así, no me conocía de nada. Pero lo que si sabía era que seguramente le caía mal. Llegamos a la habitación, le di las gracias y él se fue sin decir nada sin cambiar su cara de mal humor. Me pareció muy grosero y maleducado, a ver, ¿quien trata mal a alguien que acaba de conocer? 

Mientras estaba poniendo mis cosas en su sitio y admirando lo grande que era la habitación alguien llamó a la puerta que se había quedado medio abierta. Enseguida me giré y puede ver las caras felices de Allison y Vanya.

¡Hola TN! Hemos venido para invitarte a una pijamada de bienvenida hoy a la noche. ¿Te apuntas? - me informo Allison con mucho entusiasmo.

- ¡Hola chicas! si claro que iré. - le respondí yo con la misma ilusión. Era muy amable por su parte invitarme sin conocerme, pero supongo que por eso es una pijamada de bienvenida.

- ¡Vale! a las 19:00 (7pm) en mi cuarto. ¡Hasta luego! - se despidió Vanya, y Allison se fue junto con ella.

Después de que Allison y Vania se fueran, yo seguí colocando mis cosas y no pasó nada durante el resto del día, no vino nadie más a hablar conmigo ni nada, hasta que sobre las 18:30 (6:30pm) me fui a bañar para después ir a la pijamada. Me estaba bañando cuando escuche que alguien entraba al baño, no sabía quién era, tenía todo el champú por la cara y no podía abrir los ojos, pero en cuanto pude me asome y vi que era Cinco.

- ¡Cinco! ¡¿Se puede saber que carajos haces aquí?! ¿¡No ves que me estoy bañando!? ¡Sal de aquí ahora mismo! - dijiste muy enfadada y nerviosa pero tratando de mantener la calma.

Oye tranquila tampoco es que quiera mirar... - me respondió el con su tono cortante.

No pudo acabar de decir lo que tenía pensado porque alguien tocó la puerta justo en ese momento, probablemente porque escuchó mi grito. A sabiendas de que iban a abrir la puerta Cinco entró rápidamente en la ducha y se puso junto a mi escondiéndose tras la cortina.

¿Señorita TN está usted bien? escuche sus gritos - me preguntó Pogo desde el otro lado de la puerta. El era una especie de mono que cuidaba de los chicos, me lo explicó Luther antes.

Si Pogo tranquilo, no pasa nada, solo cambié la temperatura del agua sin querer y salió agua muy caliente, pero no pasa nada más. - dije intentando fingir un tono tranquilo.

¿Segura señorita? - volvio a preguntar el para asegurarse mientras comenzaba a abrir la puerta para asegurarse de que no había ningún problema.

- Si Pogo todo esta bien aquí. - dije tratando de ocultar lo nerviosa y tensa que estaba para que se fuera tranquilo.

cinco y tnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora