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Dí un suspiro, aunque me puse de pie poco después, por muy agobiante que sea, no hay nada que detenga al magnífico Sans.

Dí un suspiro, aunque me puse de pie poco después, por muy agobiante que sea, no hay nada que detenga al magnífico Sans

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Comencé a caminar. Me negaba a creer que ese lugar estaba totalmente vacío. Era imposible.

Entonces caminé y caminé, sin un destino alguno. Con el único proposito de encontrar algo que me diera a entender que ese lugar era más que un desierto monocromático.

Quién sabe cuánto tiempo caminé ¿Horas? ¿Días, tal vez? ¿Siquiera estaba pasando el tiempo?

Entre tantas preguntas había una sola cosa de la que estaba seguro: ese lugar había sido creado con el propósito de que cualquiera pudiera perder la cabeza allí.

Ni siquiera sé qué tan lejos llegué, o si al menos me moví de mi posición inicial, pero me detuve al oír una voz que logré reconocer.

Es que acaso no te cansas?─ preguntó Error con molestia, quien estaba sentado a mi lado, realmente no sé cuando apareció, pero para este punto ya sabía que había y habría muchas cosas que no tendrían sentido en este lugar ─Iba a dejar que jugaras un poco más pero ya me da fatiga de solo verte

─Hasta que apareces!─ me quejé, cruzándome de brazos ─Es muy grosero abandonar a tus invitados en el vacío, sabes?

─No eres un invitado, eres un rehén, idiota

─Leguaje!

─Lamento tanto haber dañado tus frágiles sentimientos con mi mal vocabulario, estoy muy arrepentido─ se disculpó en un tono claramente sarcástico.

Ahora estás siendo irrespetuoso

─Mira, niño, no estoy de humor para tus mierdas infantiles, no soy tu amigo

─Eres todo un gruñón

─De veras? No lo sabía

─Lo estás haciendo otra vez!

─Ya cierra la boca, me estás irritando

Ya resignado a poder hacerlo reflexionar sobre su comportamiento, me senté junto a él. Error simplemente se puso a tejer, no me dirigió la palabra en un buen rato desde entonces.

Yo observaba como trabajaba y entrelazaba los hilos azules que sacaba de sus propias cuencas.

Poco a poco, mi mirada se iba desenfocando y mis cuencas se sentían cada vez mas pesadas. No solía tomar siestas, pero me sentía cansado.

No estaba seguro de si permitirme descanzar. Aún había mucho que hacer, debía investigar, hablar con Error, buscar una salida y volver a casa. No estaba seguro de poder darme el lujo de dormir.

A pesar de ello, mi cuerpo era cada vez más dificil de mantener en pie.

A pesar de ello, mi cuerpo era cada vez más dificil de mantener en pie

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ɴᴇᴇᴅ ᴀ ғʀɪᴇɴᴅ? - ErrorberryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora