En el limite de la oscuridad

Prologo

DIA: miércoles
FECHA: 11-Enero-2012
UBICACIÓN: En algún lugar en Texas…

-¡Señor! ¡Señor! ¡Lo hemos conseguido!-grito por el teléfono el doctor James Teller

-Dígame doctor… ¿Esta seguro que esta vez SI va a funcionar la cepa?-respondió del otro lado un general del ejército Norteamericano

-Por supuesto que sí, esta vez la cepa ah alcanzado el 100% de su madurez- respondió el doctor Teller con mucho entusiasmo- hace aproximadamente 3 horas expusimos a la nueva cepa a un ambiente al aire libre recreado artificialmente, probándolo con primates, dando resultados positivos-

-Antes de autorizar su uso, dígame algo doctor, ¿esta nueva cepa… tiene cura o todos aquellos que se expongan definitivamente morirán?-pregunto algo alarmado el general

-Usted no tiene por qué preocuparse del virus, es perfectamente tratable en cualquier centro médico, su tiempo de vida es relativamente corto y además, ha sido creado con los más altos cuidados que podríamos ofrecer…-

-¡Pero tengo que saber a qué estoy exponiendo a mis hombres!-grito el general

-Señor, con todo respeto, mis hombres también estuvieron expuestos demasiado tiempo a demasiadas cepas, incluso perdimos a 3 miembros importantes, por lo cual le doy mi palabra de que esta cepa estará totalmente bajo nuestro control, sin importar lo que pase-le aclaro el doctor

-De acuerdo, a como están las cosas no tengo más remedio que creer en usted, doctor-

-No hay nada de qué preocuparse general Malc…-

De repente, en la bocina del teléfono, empezó a sonar una alarma inteligente, advirtiendo algo sobre un quiebre en la seguridad del lugar…

-¡Doctor! ¡Doctor!... ¡Maldición, maldito farmacéutico, conteste!- Grito desesperado el general

-¿Qué demonios sucedió?... ¡Johan, maldita sea, ¿Qué demonios fue lo que hicieron?- la voz de Teller sonaba muy alarmada, su respiración era cortada- ¿Cómo que se levanto?!... ¡Rápido, manden al personal de seguridad!... De ninguna manera esa cosa no debe de escapar de este laboratorio…

…
Después de esas inquietantes palabras del doctor, ningún otro sonido volvió a salir de aquella bocina del teléfono, era como si alguien, (o algo), hubiera cortado la línea telefónica.

El general se quedo impaciente, hipnotizado por aquel sonido monótono eh interrumpido que señalaba que el teléfono se encontraba desconectado, al reaccionar, medito aquellas últimas palabras del doctor. ¿Qué quería decir con eso de “¿Qué demonios sucedió?”, acaso algo había salido mal?

Evidentemente, así era, pero el general no se dio cuenta después de pensarlo durante varios minutos en su oficina, mirando incrédulamente el teléfono, esperando a que el doctor llamara y dijera algo parecido a “todo está bien” o “era una broma por parte del personal del laboratorio”, pero no fue así, no, el teléfono seguía inmóvil y silencioso. Esto definitivamente había asustado al general, por lo que trato de recordar que sabía de la cepa. “¿A quien carajos tratas de engañar?, sabes muy bien cuantas veces rechazaste ver las demostraciones de cepas anteriores, todo porque según tu, eran puros asuntos de gente con batas blancas y guantes de hule”, pensó el general, demasiado alarmado como para preocuparse del reloj, y de la junta en la que tenía que mencionar los resultados de las investigaciones que el mismo había oficiado.

No, eso ya no importaba ahora, ahora había algo más importante que charlar con un montón de políticos ineptos y gente de prensa, algo mucho más peligroso que la amenaza de un recorte de presupuesto, algo que sin que él lo supiera, desataría el fin de la sociedad, algo que podría acabar con la humanidad, algo que definitivamente el no sabía cómo enfrentar, algo monstruoso, algo que se alimentaba de nutrientes en la sangre y en la piel, algo que mataba seres humanos en menos de 4 horas, ese algo, era un virus, pero lo que él desconocía, eran los efectos secundarios de este...