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La chica aún seguía con su cabello atascado, estresada por no poder alcanzar las tijeras, además porque no sabía si Payton había quedado dentro de su habitación.
Intento una vez más alcanzar las tijeras, la punta de sus dedos del pie apenas tocaban la mesa, intento estirarse un poco pero su cabello jalaba y le daba un terrible dolor de cabeza, debia lograrlo.
¿A cualquier precio?
No...
¿O si?
Sus lágrimas empezaron a caer se sus mejillas por la ofuscación, dolor y estrés mezclados. Ella estaba medio desnuda en el frío piso, su espalda baja empezaba a dolerle ya que está era la que estaba más apoyada en el piso.
Intento llegar otra vez a la mesa, jalando su cabello una vez más y estirando su cuerpo en un esfuerzo sobrehumano, soltó un gemido de dolor, llego a la mesa con su pie golpeándola y haciendo que las tierras se corriera hasta el borde apunto de caerse, suspiro de alivio pero algo no estaba bien.
Algo no estaba nada bien.
No era el hecho de que su cabello estaba atascado.
No.
Eso no era.
La habitación era alumbrada por una tenue luz de la luna entrando por un ventanal, eso no era lo malo, lo malo es que esa tenue luz tenía una sombra.
No cualquier sombra.
Una silueta.
Era una silueta alta, estaba apoyada en algo, alzó su mano -la silueta- y tenía un cuchillo.
La silueta se empezó a mover hacia dentro de la habitación, revelando su rostro, Payton, el se sentó en el sillón en frente de la chica y puso sus pies en la mesa. No emitió ni una sola palabra, solo tenía una sonrisa de lado mientras miraba a la chica y jugaba con el Cuchillo entre sus manos, ella quedó helada, no se movió ni respiró por unos segundos, el la había encontrado.
¡El la había encontrado!
¿¡Pero que carajos...!?
¿¡Como...ah!?
Ella quedó estática, con su espalda baja apoyada en el frío suelo, su pie medio estirado tocando la mesa, el otro pie doblado sobre el piso, sus dos manos sosteniendo su cabello atascado con la puerta, sus labios medio abiertos, las lágrimas aún corrían por sus mejillas y lo más importante aún...
Estaba medio desnuda.
Payton se relamio los labios, sonrió y fue hacia la chica, está retrocedió un poco, bueno lo posible debido a su cabello atascado, el solo se quedó en cunclillas, mirándola curiosamente, volteo levemente su cabeza y la vio con una divertida sonrisa, su mano fue hacia el rostro de la chica y con sumo cuidado limpio sus lágrimas que dejaban de salir de poco a poco, ella se sorprendió por tal acto, fue sumamente delicado con ella y la miraba con la inocencia de un niño de tres años.
---te encontré ---su tono salió ronco mientras el alejaba su mano del rostro de la menor--- pensé que sería más dificil, no se ---rebusco alguna palabra--- talvez pensé ¿Nosé? ¿Que serías mas inteligente? No tan tonta, niña si yo quiero domino el mundo, hackee tu casa, todo absolutamente todo, puedo manejar tu casa con solo mi teléfono, cerraste la puerta pero yo solo tenía que oprimir un botón y de abría ¡Camboom! ---hiso la seña de una explosion con su mano--- aquí estoy, te encontré y ahora eres mía.
---maldito tramposo ---dijo ella entre dientes.
El solo río a carcajadas, su risa, todo de el es perfecto.
---tu usaste las cámaras, también eres una tramposa ---ella no dijo nada a esa lógica.
El solo saco de su bolsillo su teléfono y lo desbloqueo después de entrar unas cuantas claves y demás se abrió la puerta dejando el cabello de la chica libre, el dolor ya no se sentía, ella se sentía más libre, pero por estar apoyada en la puerta cayó de espaldas a el piso quedando boca arriba, sintió como Payton se puso encima de ella y la miró sin dejar de caer todo su peso en ella, ella se Hiba a remover pero el tomo sus muñecas y las sostuvo al lado de su cabeza, el la miraba divertido, aprovechando que estaba en ropa interior y dejaba ver su hermoso cuerpo.
Empezó a besar el cuello de la chica, ella trataba de no soltar ningún gemido o jadeo, no quería dejarlo dominarla, el empezó a morder, chupar y demás el cuello de la chica, ella sin querer soltó un jadeo, el sonrió y se separó de ella, solo la miró.
---ya eres mía.
---no he firmado ningún contrato ---refullo ella.
---perdiste, mañana firmaras el contrato ---dijo orgulloso y agregó:--- pero antes quiero hacer algo contigo.
---¿Q-que?
---quiero cojer contigo ---su tono se mantenía neutro, entre ronco y pasivo--- quiero cojer contigo en tu piscina...
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Me acuerdo que este capítulo lo había hecho mientras literalmente estaba encerrado en un clóset, unas niñas, hijas de amigos de mis padres, las cuales tenían como 4/5 años, me encerraron, wkjwbwkwkw.
