-Grita por mí, bebé, susurró Jimin en tu oído antes de morder el lóbulo de tu oreja, sacando el sonido que quería de tus labios, -Así es, que todos sepan de quién es la polla que te hace sentir tan bien.
-¡J-Jimin! Gritaste, tus piernas envolviéndose alrededor de sus caderas que te golpeaban implacablemente, Jimin aceleró su ya imposible paso, sus testículos haciendo un sonido lascivo de bofetadas con cada embestida.
La dura polla de Jimin se curvó de la manera más perfecta, y realmente admiraste su gruesa circunferencia, frotó tus paredes de una manera que nunca antes habías sentido con otra persona, llegó a todos tus puntos dulces, y ahora no fue la excepción.
Jimin llevó dos dedos a tu boca y tú los abriste obedientemente, permitiéndole insertar sus dedos y hacerlos girar en tu lengua, recolectando tu saliva, rápidamente, se inclinó entre ustedes dos y frotó unos rápidos ochos en tu sensible clítoris.
-¡O-oh Jimin! Gritaste de nuevo, sin preocuparte por tu volumen, los compañeros de cuarto de Jimin salieron esta noche, así que no tenías que preocuparte de que alguien te escuchara.
-¿Vas a correrte bebé?Asentiste rápidamente, tus ojos se cerraron con fuerza ante el placer que la polla y los dedos de Jimin te estaba dando.
Ante sus sucias palabras, tu orgasmo dentro de ti se rompió, tus brazos se estiraron y tiraron de sus hombros hacia abajo para ayudarte a conectarte, sentiste que las caderas de Jimin tartamudeaban levemente mientras ralentizaba sus movimientos.
-Oh, mierda, gruñó, mirando hacia abajo entre tus piernas, rápidamente miraste hacia abajo para verte a ti misma arrojándote por toda su polla y muslos, dejando un brillo reluciente en su piel bronceada, -Eso fue tan jodidamente caliente, nena.
Jimin te miró con amor en sus ojos, como si no hubieras echado un chorro sobre él y su cama, -Eres increíble bebé, se inclinó y te besó dulcemente antes de apartarse y mirarte con fuego en sus ojos,
-Mi turno.
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