•|EMMA|•

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─"Aquí tienes tu objetivo"─

Lucas dejó una carpeta abierta con los detalles, era un hijo de un político o algo parecido, se mostraba un adolescente rubio, con ojos verdes y tes blanca, según la información, daría una fiesta por sus 23 años. Emma tomó la carpeta y la leyó de reojo, era lo de siempre, infiltrarse y asesinarlo, cosa que era muy familiar, sus ojos se posaron en Lucas algo fría.

─"¿No deberías pedir mejores cosas? Esto es muy fácil"─

─"¿Aguanta si? Hice la petición y nada que responden, así que, solo hazlo"─

Dio un pequeño suspiro y asintió, el entrenamiento cambió la pequeña alegre a una sicaria de sangre fría, Lucas salió de la habitación cuando Emma empezó a cambiarse, se empezó a vestir recordando el protocolo, estar en la fiesta, hablar un poco con él para llevarlo a un lugar privado y luego acabar el trabajo.

Asistió a la fiesta portando un vestido rojo con un listón naranja rodeando su cintura, estaba con el cabello suelto hasta sus hombros con un pequeño broche en forma de estrella y unos tacones negros, tenía que terminar el trabajo rápido, según algunos noticieros varias personas, parecidas a su objetivo actual, estaban siendo eliminadas de la nada, las autopsias mostraban el mismo resultado: un único disparo en la cabeza o corazón, eso le quitaba trabajos a las dos organizaciones salvo Grace Field ya que era la autora de estos hechos, dejando eso de lado, entró a la fiesta cambiando su actitud a una mucho más alegre y tranquila, empezó a caminar por ahí hasta que "casualmente" chocó con el objetivo, tirando un vaso sobre ella y él.

─"De verdad lo lamento mucho, me quedé admirando la fiesta y no te vi"─

Dijo un poco nerviosa y consiguió un pañuelo para el joven.

─"No tienes que preocuparte, me pasa a menudo, me alegro que te guste la decoración, aunque eres más bonita tú"─

Emma solto una risilla levemente sonrojada, él terminó de limpiarse y extendió su mano hacia Emma.

─"Soy Sam, un gusto, dime... ¿Tu nombre es tan lindo como tú?"─

─”No tanto, me llamo Emma, me sorprende cómo hiciste una grandiosa fiesta, seguro eres alguien importante"─

─"Solo el hijo de un canciller, no es algo tan grandioso... Pero tiene beneficios"─

Y así empezaron, hablaron unos minutos más, Emma disfrutó de la fiesta unas horas, aún se veía lejos de terminar, o eso querían creer los ahí presentes, Emma se mostraba cada vez más apegada a Sam, buscando también información sobre él y su padre, el canciller Mason... Un título poco merecido para un hombre que extorsionaba o amenazaba.

─"Seguro tú tienes suerte Em... No debes aguantar papeleo o estúpidas reuniones políticas"─

Sam estaba algo pasado de copas, ¿la responsable? Emma. Aprovechó sus atributos para embriagar y separar a su presa, Sam se estaba acercando a ella, se habían besado varias veces, hasta la definitiva.

La pelinaranja consiguió subir a su habitación donde empezó a besarlo apasionadamente, él solo seguía con la intención de hacer algo más que besos, Emma logró alcanzar una navaja y con mucho cuidado la acercaba a Sam, se volteo y lo dejó sentado en la cama con ella encima sin separarse del beso. Sam tomó sus hombros y se separó para respirar.

─"Si besas tan bien... ¿Qué otras cosas sabes hacer?"─

─"P-Pues hay algo en lo que soy muy buena..."─

Antes de poder preguntar, Emma apuñaló lentamente el estómago de su amante, con una sonrisa tranquila sin notarse preocupada, solo seguía apuñalandolo.

─"E-En q-qué mo-"─

Su sangre corría por su boca y abdomen, estaba paralizado mirando a la chica que creía dulce, apuñalarlo sin compasión alguna, a lo que Emma respondió.

─"¿En qué estaba? A sí, soy buena buscando objetivos, jugando con ellos y apuñalearlos a mi gusto"─

Giró el cuchillo dentro de él para empezar a subir lentamente haciendo un desastre entre sangre, entrañas y algunos órganos. Antes de morir solo vio cómo la chica le daba un último beso y saboreaba su sangre.

─"Gracias por la fiesta Sam, me hubiese gustado tener una amistad pero me quedé sin tiempo, saludos a tu padre"─

Ella se relamió los labios, le gustaba el sabor a sangre, recostó al chico en la cama, se levantó y ocultó toda prueba existente, salió con una sonrisa leve dejando al cadáver del hijo del canciller con el abdomen abierto y unas lágrimas en ojos.

─"Trabajo terminado Lucas, ven a buscarme, no será bueno para ti que esté presente en la escena del crimen"─

Dijo mientras se quitaba un audífono inalámbrico del oído izquierdo, hizo pensar que era algo para la su audición, funcionó perfectamente, salió para subirse en una camioneta cualquiera, dejando una pequeña sorpresa para el canciller.

Unos días después se dio la noticia por toda la ciudad, "El hijo del canciller Mason fue brutalmente asesinado en su propia fiesta" eran los titulares en todo lado, si bien tardó más de la cuenta valió la pena, ella estaba tranquila mirando trabajos pendientes en su teléfono, Lucas entró de golpe, haciendo que saltara del susto para golpear el escritorio con un puchero.

─"Existe una acción llamada tocar la puerta, ¿Que acaso no te lo han enseñado tarado?"─

─"Cállate y escucha, estuvo algo exagerado pero funcional el trabajo anterior, así que te dieron uno muy importante, espero que lo hagas bien"─

Emma asintió emocionada, al fin podría mostrar que sería merecedora de alguna promoción y luego tener el mando de una organización, a lo que aceptó sin problemas, el objetivo sería especificado en una o dos semanas, así que tendría que esperar.

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¿Amor o Negocio? [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora