•JONES• 𝙺.𝚝.𝚑

Capítulo 6

Mirar el panorama de la bella ciudad de Nueva York era algo que me relajaba, luego de esa pequeña conversación con Seokjin muchas cosas pasaron por mi cabeza.

Una de ellas fue preguntarme como le estaba yendo a Emily, a decir verdad aún sentía algo por ella.

A pesar de haber terminado, aún recuerdo los bellos momentos que pasábamos. Simplemente me negaba a aceptar que eso era cosa del pasado y que la realidad era que ella seguía con el miserable de Derek

Un don nadie en esta vida, su mejor momento lo desperdició por un escándalo de consumo de drogas. Acto seguido la discográfica con la que había firmado anulo el contrato que los unía para no involucrarse en asuntos legales

Aún así luego de perderlo casi todo, Emily fue la única que se quedó a su lado.

Ella trabajaba en un cafetería, la paga no era TAN mala según roberto. Pero me causaba enojo saber que mientras ella servía café el vago de su novio se dedicaba a tener ensayos "musicales" todo los días en el garaje de su casa, esperando así volver al mundo de la fama

Aún eran las seis y estaba en un debate si ir o no a verla

-Disculpe Joven Kim, queria saber si va a confirmar su asistencia para el matrimonio de su hermano?

-¡Claro! -Sonreí- Es algo que no me lo puedo perder

-Bueno, desea que llame para que le tomen las medidas?

-Podría ser en otro momento, tengo un asunto que resolver

-Por supuesto, cambiaré la fecha entonces, ¿Desea algo más?

-Sí! Dile a roberto que aliste el auto -Suspire luego de convencerme que verla una vez más no me haría daño

-Entendido

Volví a mirar mi celular por última vez antes de irme, no sabía el porqué lo estaba haciendo. ¿Qué era lo que esperaba? ¿Una llamada? ¿Un mensaje?

MINUTOS DESPUÉS

-Llegamos -Escuché mientras miraba por última vez el inicio de mi pantalla

-¿Deseas algo de tomar? -Pregunté con una pequeña sonrisa

-¿Por qué hace esto? Ya pasaron siete años Joven...

-Entonces un late con dos de azúcar ¿cierto? -Evadi aquella pregunta tomando la manija del auto

-Que sean tres -Suspiró mientras apagaba el auto

-No tardo -Sonreí

¿Qué era exactamente lo que quería lograr con esto? ¿Una reconciliación? ¿Un momento feliz? ¡Por Dios Taehyung! Ya pasaron siete años.

-Buenas noches bienvenido a Home caffe, puedo tomar tu orden? -Estaba igual que en esa epoca, nada en ella había cambiado

-Podrias darme un late -Respondí mientras miraba las opciones

-Claro, ¿Desea algo más? -Sentí su mirada cosa que me hizo prestarle más atención a ella que al menú

-mmm verá es algo complicado...no soy muy amante de la cafeína, a decir verdad no tolero el café -Contesté sin quitarle la mirada

-En ese caso podría recomendarle nuestro Chocolate caliente? -Sabia que estaba empezando a ponerse nerviosa, pues la manía de mover el meñique se estaba haciendo presente

-Esta bien -Sonreí- ¿Cuanto seria?

-Diez dólares

-Aquí tiene -Saqué el billete

-¿Nombre?

-Taehyung -Y antes de poder seguir mi celular sonó- Un momento -La miré

Al ver la pantalla odié por completo al idiota de mi hermanastro, no tenía ánimos de hablar con él en estos momentos así que simplemente deslice la opción roja para poder seguir con lo que estaba

-¿Kim Taehyung? -La escuché

-¿Si? -Respondí muy tranquilo ante su pregunta

-Puede que me hayas olvidado, Soy Emily -Contestó dándome el ticker

-Claro, me parecías conocida de algún lado...

-Tu estas irreconocible -Me miró- Me alegra que te esté llendo bien -Vi como trataba de sonreír

-Gracias, ¿Como esta tu hermano? -Ni idea de porque le había preguntado pero al parecer causó algo de tristeza en ella- ¿Paso algo?

-Él, no pudo vencer el cáncer -Al verla de esa forma, solo quería abrazarla. Decirle que no estába sola pero me contuve por obvias razones

-Lo siento Emy no quise...

-Tranquilo -Limpió aquella lágrima antes de que la gente se diera cuenta- En fin, me gustaría seguir hablando pero si la gerente se da cuenta me podría despedir- Dijo mientras me daba mi pedido

-Si, entiendo -Saque de mi bolsillo una tarjeta- Toma, fue bueno verte- Sonreí- Solo llámame si quieres salir algún día, claro como amigos -Dicho eso me retiré del lugar

Mis ánimos habían cambiado a un 70% de felicidad, aunque nuestro encuentro duro unos cinco minutos. Para mi había bastado para poder estar tranquilo por un buen tiempo

-Aquí tienes -Hablé mientras alcanzaba el vaso a Roberto- Cuidado que esta caliente

-Joven no lo había visto con esa sonrisa desde...¿Como fue el reencuentro? -Oí mientras aprendía el celular

-Diría que ¿Bien?, Es que tenías que ver su cara Rober... Esta igual de bella, aunque el cansancio se refleja mucho en su rostro.

-Me imagino, bueno joven a donde lo llevo ahora?

-A casa, Tengo que arreglar unos documentos antes de viajar a Corea. Por cierto anda preparando tu pasaporte que vendrás conmigo

-Entendido, Desea que empaque el disco duro?

-No, aún no es el momento. Hay que dejar que el idiota de mi hermano disfrute su día.

POR OTRO LADO

-Esta reunión fue un completo desastre -Habló a Campbell muy molesta por lo sucedido

-¿Desea que cancele la reunión de mañana? -Pregunté

-No, Mañana es el gran día. Recuérdalo muy bien Jones...Ellos sabrán de lo que soy capaz de hacer

-Entiendo, Mañana llevaré el documento que me pidió. Recuerde que pasado mañana es el musical de su hija...

-Cierto! Con todo esto se me olvidó por completo, Jones tendrás que encargarte de eso. Yo debo de estar en Corea para una estúpida boda

-Entiendo llamaré para reservar su boleto..

-Alto, Yo no puedo ir sola y no confió mucho en la gente de ahí. Cambio de planes Jones, Llama a Angela y que ella se encargué de mi hija...Tu vendrás conmigo a esa boda

-Bien, entonces reservare los boletos y me encargaré de que Angela lleve a su hija, si me permite iré a traerle un té para que pueda descansar mejor

-Te lo agradecería mucho, estoy con una jaqueca

Al salir de la habitación, revise el horario de los vuelos junto con la reservación del hotel en donde nos quedaríamos. Tan solo le mande un mensaje con las indicaciones para que se encargará del musical, no quería oír su patética voz asi que esa fue mi mejor elección

Tras pasar unos minutos, su respuesta fue un simple "Ok". Mire la hora y exactamente era la media noche, me senté en el borde de la cama ya que las pies me dolían

Estuve parada toda la noche y ni hablemos de la vergüenza que paso la señora Campbell. Un baño era lo que necesitaba para poder dormir plácidamente