After Mindnight

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Aclaraciones:

Pareja: DinaXEllie.
• AU (Universo alternativo).
• Drabble (Menos de mil palabras).


[♡]

Su mano sujetaba un bolígrafo entre sus dedos, éste trazando líneas en un cuaderno que sostenía con su otra mano y apoyaba en sus piernas.

De un momento a otro notó una sombra, al subir la mirada se encontró con unos ojos cafeces oscuros, sus largas pestañas y cejas realmente bien cuidadas hacían una bella combinación.

— Hola — Saludó ella, sentándose a su lado

— Hola — Respondió de igual manera, causando una pequeña risa en la morena

— Bonito apunte — Elogió ella, pasando su mano por la rodilla de la castaña

— Uhm ¿Gracias? — Respondió, sin saber muy bien que decir, usualmente era la pelinegra quien comenzaba sus conversaciones. — ¿Nesecitas algo, Dina?

— Tú si que no cambias, ¿Eh? — Rió ella, golpeando el hombro de la ojiverde suavemente — Vine para ver qué te parece si nos saltamos unas cuantas clases juntas

— No lo sé, tengo que entregar una tésis importante sobre...-

— Dije que te parecería, no que tenías que hacer. En fin, ¿Quieres que nos larguemos de aquí o...? — Dejó su frase en el aire esperando respuesta por parte de Ellie.

Llevó una de sus manos a su nuca, nerviosa; estaba considerando si de verdad valía la pena un cero en su tarea por una salida con la pelinegra, pero claro, también había que tener en cuenta que podrían meterse en problemas por salir del Instituto sin aviso.

Notó como los ojos de la morena la miraban espectantes, esperando una respuesta

— No estoy segura de hacerlo — Le dijo, Dina la removió un momento, sacudiéndola mientras intentaba convencerla. Ellie la conocía lo suficiente como para saber que no se iría sin ella, ya fuera por las buenas o por las malas.
Suspiró y habló — Bien pero si nos metemos en problemas será tu maldita culpa.

Guardó sus cuadernos y bolígrafo en su mochila para después echársela al hombro, mirando a la pelinegra sonreír socarrona

— Si nos metemos en problemas quizá sea por tu imprudencia — Molestó, recordando como cierto día se metieron en un lío con una chica forzuda de otra facultad y entre comentarios comentarios burlescos de Ellie y empujones por parte de la rubia terminaron peleando a golpes.

— Eres desesperante. — Rodó los ojos, levantándose de su asiento.

— Suelen decírmelo — Rió la morena imitando su acción, mirando al rededor si no había profesores cerca. — Sígueme, mi motocicleta está en la facultad de arquitectura.

Caminaban algo apresuradas hasta el edificio de la facultad de la pelinegra quien era un grado más arriba que Ellie.
Se habían conocido de una manera algo peculiar; había sido en una fiesta organizada por el ahora ex-novio de Dina, después de charlar un rato e intercambiar números de móvil comenzaron a conocerse y quedar de vez en cuando.

Tiempo después Dina comenzó a frecuentar aún más a la ojiverde, buscándola entre los salones de la facultad de arte. Desde entonces comenzaron a darse cuenta que algo pasaba entre ellas, sin tener muy en claro que era sólo siguieron haciendo crecer ese sentimiento, a pesar de que no tuviesen un título todavía o fuesen pareja oficialmente.

La primera vez que la morena arrastró consigo a Ellie para faltar a clases juntas ésta última no estaba segura del todo porque, bueno, la castaña también era una chica problemática quizás por su imprudencia o lo fácil que era de irritar, sin embargo no solía escaparse o hacer ese tipo de cosas.

Después de eso, acostumbró a enviar mensajes a Dina para que se escapasen juntas. Solía hacerlo cuando se metía en algún lío o simplemente no le apetecía entrar a clases. Quién sabe, quizá ver a la morena fumar mientras hablaban de cualquier cosa era más interesante.

Pasaron por la facultad de la pelinegra, buscando entre el estacionamiento la dichosa motocicleta, los ojos de Ellie mirándola con detenimiento, le daban ganas de dibujarla, quizá luego lo haría.

Observó a Dina quitar el parador que la sostenía, dejando así la motocicleta sobre el suelo para poder montarse en ella.
Ellie la siguió, tomando ésto como una vaga excusa para pasar sus manos por la cintura de la contraria.

— ¿A dónde iremos? — Cuestionó Ellie, sintiendo como la moto se inclinaba a la misma vez que Dina la encendía

— No lo sé. Creí que ya lo habías pensado tú — Contestó, mirando a la castaña de reojo

— Pues te equivocas — Alzó los hombros

— Oh, olvidé decírtelo, el otro día después de que salimos pasé por el centro comercial y conseguí un juego nuevo. De hecho pensaba en ti cuando lo compré  — Habló, con una leve sonrisa

— ¿Piensas en mí? Qué curioso, no sabía que pensabas —

— Qué graciosa estás hoy, ¿No te cogiste un payaso de casualidad? — Habló sarcástica antes de volver a su tono normal — Pero vamos, ¿Estás rechazando jugar un videojuego del espacio?

— Qué manera tan sutil de invitarme a quedarme en tu departamento — Dijo Ellie, alzando las cejas con picardía mientras la pelinegra arrancaba la moto — Y volviendo a lo del payaso, tú dime ¿Lo hicimos hoy?

— Te odio — Dijo cuando pararon en un semáforo rojo de una calle concurrida

— Me amas — Apoyó su mentón en el hombro ajeno

— Es una mezcla de ambas — Dijo a la vez que arrancaba nuevamente la moto cuando el semáforo estuvo en rojo

Ellie pasó sus brazos por el vientre de Dina, bajando su cabeza para apoyarla en su espalda, esperando llegar al departamento y jugar con ella ese videojuego del espacio.

[...]

"Good Ending"

Apareció en la pantalla, una vez consiguieron terminar el juego, ya que éste seguía una historia y dependiendo de lo que hicieras o no cambiarías el final. A Ellie le encantaban ese tipo de juegos ya que los juegos con final abierto eran los que solían desagradarle.

Habían pasado casi unas doce horas metidas en aquel videojuego, de tres de la tarde a tres de la madrugada
Ellie dejó el mando sobre sus piernas mientras hacía crujir sus dedos y suspiraba. Dina mientras tanto pasaba su mano por su cuello a la vez que soltaba el humo de la última calada de su cigarrillo.

Eran cerca de las tres y treinta de la madrugada, ambas ya estaban bastante cansadas, Dina podía jurar que creía que era mucho más temprano de lo que en realidad era. La morena se acomodó en el sofá dejando caer al suelo el blanquecino mando de la consola.

Ellie sonrió recibiendo una mirada de la pelinegra, quién le hizo espacio y abriendo sus brazos a la espera de la castaña.
La ojiverde no dudó en meterse entre los brazos de Dina, apoyando su cabeza en su pecho.

La televisión y la consola seguían encendidas pero ninguna de las dos tenía la más mínima intención de levantarse. Muy probablemente ninguna asistiría a clases al día siguiente.

Nosé, no puedo dormir y escribí ésto.
Muchas gracias a las personitas que están leyendo ésta historia, ya empecé con los pedidos, cualquier petición pueden dejarla en los comentarios o por DM.

Los tqm ,✨

Pd: Habrá segunda parte de éste Shot, sisi

The Last Of Us [One-Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora