► Resumen: Por amor, te mentiste tontamente a ti misma. Por dinero, te casaste con un extraño.
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Capítulo 16
Ah-choo. Ah-choo. Hace eco en las paredes y te sacude mientras duermes.
Levantas la cabeza, los números de las 7 a. M. Resuenan en el reloj. "¿Estás bien?" Adormilada gritas a Mingyu que se está vistiendo.
"Si. Estoy bien. Regresa a la cama." Él lloriquea en respuesta.
Un par de días después del año nuevo, Mingyu había declarado que había chinches en tu colchón. Aunque no habías sentido ni mordidas, ni la más mínima picazón, Mingyu tiró el colchón en el dormitorio de invitados. Después de eso, continuó declarando que solo sería correcto si ambos usaran la cama de su dormitorio porque el sofá era demasiado incómodo para cualquiera de ustedes.
Riéndose en secreto de sus planes infantiles, tú estuviste de acuerdo y desde entonces, los dos habían estado durmiendo uno al lado del otro.
Volviendo a dormir, te sobresaltas de nuevo cuando escuchas un ruido en la cocina. "¿Mingyu?" Sales a trompicones del dormitorio y lo encuentras agarrado a la encimera de la cocina y una taza de vidrio rota en el suelo. "¿Estás bien?"
Caminas hacia él, dándote cuenta de que el sudor le brotaba de la cara como si acabara de sumergirse en una piscina. Tus ojos se agrandan y presionas tu mano contra su frente. "¡Tienes fiebre!" Le gritas y él está jadeando demasiado para responder.
Lo arrastras a la cama a pesar de sus protestas. Al llamar al trabajo para cancelar, su secretaria, la Sra. Yuhjung, le asegura que todo estará bien. Piensas en llamar a una ambulancia o hacer que venga un médico.
"Estoy bien." Él resopla mientras le colocas un termómetro en la oreja. Miras rápidamente los números. Definitivamente tenía fiebre alta, pero no lo suficiente como para ir al médico.
Todo era culpa tuya ya que lo habías sacado a rastras para la víspera de Año Nuevo, pensando que necesitaba distraerse de lo muy ocupado y cansado que estaba.
Suspirando, lo llamas. "Quédate en la cama, ¿vale? Voy a ir a buscar algunas cosas. No te levantes ni vayas a ningún lado. Si necesitas algo, llámame ". Te pones una chaqueta antes de que él pueda decir lo contrario.
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Cuando regresas media hora después, está durmiendo. Cambias el paño frío que está puesto en su frente y después de limpiar en la cocina, comienzas.
Honestamente, no habías cocinado en los últimos cinco años, siempre comprabas comida para llevar o comías la comida de otras personas. Pero como la fiebre de Mingyu era culpa tuya, pensaste que debías darle una buena comida casera y no algo comprado en la tienda que se pudiera calentar en el microondas.
"¿Que primero?" Tarareas para ti misma. Gachas ....era simple ,Sería el colmo si ni siquiera pudieras cocinar gachas ...
"¡Bueno! Primero agua en la olla."Procedes a verter media botella de agua y luego elevas la temperatura. ¡El siguiente es el arroz! Al contemplar cuánto, coges dos puñados y los arrojas a la olla. Pones la tapa, esperando a que hierva.
