Capítulo 14. Ice your bum

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Capítulo 14.

Habían pasado un par de días desde el casi beso entre Halley y Harry. Ella ya se había olvidado del episodio, pero Harry no. Cada noche que no pasa con ella se pega a él mismo-mentalmente, obviamente- por no decirle sobre sus ceñimientos. Porque cada vez que piensa sobre eso se convence más de que Halley siente lo mismo.

Ahora mismo Harry está en la puerta del apartamento de Halley, pensando sobre lo que va a decirle al amor de su vida. No le había informado sobre su visita, esperando sorprenderla, pero eso solo incrementó su nerviosismo. ¿Qué pasa si hay alguien más con ella? ¿Y si no está en casa? ¿Y si cuando abre la puerta piensa “que está haciendo aquí”?

Susurrando para él mismo, se preguntaba si podría, solamente, tocar a la puerta y esperar a que abriera, antes de empujarla a sus brazos y besarla. ¿Sería demasiado?

Quejándose golpeó su cabeza en la puerta mientras su ojos se cerraban.

-Adelante-oyó a Halley gritar, haviendo que sus ojos se abrieran de repente. Joder, joder. Harry se removió, sin estar preparado para hacer o decir algo cuando abriera la puerta. Entró en pánico cuando oyó sus pasos acercarse a la puerta.

En este momento, Harry quería que la confianza que todo el mundo creía que tenía apareciera. Sabía que la gente pensaba que era coqueto y con una grna confanza en sí mismo pero estaba lejos de ser eso, porque, justo ahora, estaba valorando la idea de esconderse detrás de la planta del vecino, pero debido a su altura era imposible.

-Um… ¿Harry?-dijo la chica, viendo como Harry se arrastraba detrás de la planta hasta cayendo al suelo, removiéndose incómodo .Ahora debe de pensar que soy un friki. Ella sonrió antes de ponerse de cuclillas a la altura del nervioso chico.

-UH, ¿hola?-tartamudeó Harry, pasando una mano por sus rizos.

-Eres un poco torpe-dijo sin admitir que adoraba esa característica de él-¿quieres un beso donde te has hecho daño para que se cure?

Si, si por favor, pensó Harry, pero Halley solo dejó escapar una risita nerviosa.

Harry se frotó la nuca antes de incorporarse apoyándose en sus codos. Los dos estaban muy cerca, podían sentir la respiración del otro en sus gargantas.

Mírala, ahí sentada. Y no sabes por que pero estás muriendo por besarla. Y justo cuando había encontrado el coraje para intentarlo, fue interrumpido.

-¿Por qué no vamos dentro y jugamos al monopolio? Incluso te puedes poner hielo en el culo, esa fue una buena caída.

Harry se sonrojó ante sus palabras, pero no rechazó la mano que le tendía.

Bien, supongo que es lo que me merezco por haberle echo eso.

Goodnight kissesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora