Capítulo Uno

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Vanessa

El timbre de mi teléfono y la voz enojada de mamá me levantaron. Rayos, murmure. Era tarde. Tomé mi teléfono para ver la hora. 7:50am. Habían 8 llamadas pérdidas de Aiden. Sabía que ir a la fiesta de anoche era una mala idea pero Jada me convenció en ir.

"¡Vanessa! Es tarde, Aiden te está esperando...más vale que no hayas hecho lo que creo que hiciste... " gritó mamá mientras golpeaba muy fuerte la puerta.

"Estoy despierta." grité y me levante de la cama. Le escribí un mensaje breve a Aiden, quién también tenía que estar enojado.

Buenos días para el mejor amigo del mundo. Lo siento, me acabo de levantar ahora. Estaré lista en 20 minutos.

Tome una ducha de 5 minutos, cepillé mis dientes, y mi largo cabello negro. Salí de mi baño y caminé hacía mi cama. Revise mi teléfono para ver la hora y si Aiden me había respondido. Eran las 7:57am y tenía un mensaje de Aiden de hace 3 minutos.

¡Es tarde Vanessa! Y estas en grandes problemas, Anne está molesta. Te espero en 15.

Me encogí de hombros y suspiré. Escogí una camisa verde de manga larga con un jean oscuro. Maquille un poco mis ojos y recogí mi cabello en una cola de caballo. Volví a ver la hora. 8:01am. Corrí hacía la cocina buscando mis botas timberland. Al llergar a casa en la madrugada me las había quitado para no hacer ruido. Ahora no las encontraba. Mamá me miro enojada. Estaba sentada con una taza de café en mano. Todavía estaba en pijama y se veía un poco despeinada.

"Buenos días mamá, ¿has visto mis botas?" pregunté sonriéndole. Ella suspiró profundamente antes de hablar.

"Las puse en la sala..." corrí y no deje que terminará de hablar.

"¡Vanessa Hughes no he terminado contigo! Fuistes a esa fiesta aunque te dije que no lo hicieras..." gritó. Sip, estaría castigada aproximadamente un año. Me puse mis botas y caminé hacía la cocina. Mamá seguía estando sentada ahora con ambos brazos cruzados sobre la mesa, su expresión sería.

"Lo siento mamá, no era mi intención dañar tu mañana. También siento haberme escapado anoche para ir a esa fiesta. Prometo hablar sobre esto cuándo llegue a casa de la escuela. Gruñón me esta esperando. Te amo." le dije y la bese en la mejilla. Note su ira disminuir un poco. Tome mis cosas y salí corriendo de casa. Aiden ya estaba en su BMW x7.

"Son las 8:04am." dijo frunciendo el ceño. Reí. Su expresión se mantuvo sería.

"Mira el lado bueno gruñón, me tardé menos de 20 minutos." traté de hacerlo sonreír pero fracasé. Él negó con la cabeza y comenzó a conducir. Estuvimos 2 minutos en silencio lo cuál odie.

"Ya, perdóname. No lo hice a propósito. Jada me convenció a ir a la fiesta y llegamos super tarde a casa." hice un puchero. Aiden me miro y volvió a negar la cabeza.

"Jada no tiene buenas ideas. Y tu siempre te dejas llevar." tenía razón en eso pero no se lo diría.

"Ya, no me odies." le sonreí mientras miraba a sus calidos ojos.

"Nunca te podría odiar mala influencia." dijo y me desordeno el cabello un poco sonriendo. Empuje su mano un poco y reí. Al volver a fijar mi mirada en la carretera note que Aiden no conducía hacía la escuela.

"Eh...esta carretera no conduce hacía la escuela, ¿lo sabes verdad?" dije un poco confundida. El sonrío de una manera traviesa y me miro.

"Lo se.." contesto con un poco de nerviosísimo. Lo observé por unos segundos llena de curiosidad. Espere a que dijera otra cosa. Cuando se dió cuenta comenzó a reírse.

"No vamos a ir a la escuela, ya es tarde. Y se que tu mamá te castigará por al menos un año por escaparte ayer. Pensé en ir a divertirnos un rato. Si dan algún trabajo tú amiguita Jada nos lo dejará saber." contestó y me quede sorprendida. Esta era la primera vez que Aiden faltaba a clases sin razón alguna.

"¿Estás seguro de esto?" pregunte. Si se enteraban nos meteríamos en problemas. Yo más que el.

"Si..estoy nervioso. Pero ya es tarde. Y quería pasar un rato contigo antes de que tu mamá te castigue y no te deje ni estudiar." me sonrió con nerviosísimo y reí un poco. Me recosté en su hombro mientras el conducía a Dios sabe dónde.

***

La pase muy bien con Aiden. Me llevó a desayunar primero a McDonald, luego fuimos a patinar sobre hielo, y antes de ir a casa almorzamos comida china. Al llegar a casa, mamá ya no estaba tan enojada. Me castigó por un mes por haberme escapado. Dijo que iban a ser más pero que cambió de pensar. Así que por un mes solo saldría a la escuela y a casa de Aiden. Él le suplico que el castigó no lo involucrará. Mamá lo amaba, así que le hizo caso.

Pase el resto del día leyendo Hush Hush, otra vez. Jada dijo que no dieron trabajos importantes, y le agradecí a Dios por eso. No era el tipo de chica que siempre se la pasaba en fiestas. Tenía 17 años y solo había ido a dos, aparte de las fiesta infantiles de cuándo era pequeña. La verdad es que no me gustaban las fiestas. Pero a veces sentía que debía experimentar un poco. Y Jada tomaba mucho en ellas así que iba también para cuidarla. No era tan diferente a Aiden. Yo me arriesgaba más, pero éramos similares. Lo nuestro era estar en casa y relajarnos con un libro, película, serie, o sino salir a patinar o al parqué a pintar.

Pensé haber escuchado un golpe en la puerta de mi habitación y me quite un auricular para averiguarlo. Mamá abrió y asentí despues de unos segundos para que supiera que podía pasar. Eramos solo nosotras desde que papá falleció hace 7 años. Mamá y papá iban de camino a cenar cuando tuvieron un accidente automovilístico. Mamá tuvo varios golpes y raspones, una pierna rota al igual que dos costillas. Pero papá, estaba muerto para cuando llegó al hospital. Mamá nunca quiso hablar de esa noche y todavía se niega a hacerlo pero yo se que esa noche la atormenta desde entonces. Solo la tengo a ella y a Aiden.

"Hola." le dije mientras se acostaba a mi lado y tomaba mi mano en la suya.

"No puedo dormir..." dijo un poco nerviosa. Desde papá, ha tenido problemas para dormir. Le apreté la mano y le di un auricular para que escuchará música conmigo.

"Esta canción..." dijo cerrando los ojos.

Empezaba a correr All of me de John Legend. Papá se la había dedicado para su undécimo aniversario. Tome el teléfono para cambiarla pero me detuvo.

"Deja que corra, por favor." me dijo con tristeza. Empecé a cantarla como lo hacía papá y ella me siguió. Reímos al recordarlo.

Papá era fuerte, alto, y rubio. Tenía una nariz perfilada, y los labios gruesos, con ojos azules. Siempre decía que me parecía a mamá. Cabello negro, ojos verdes grises, labios anchos. Lo único que tengo de él es la nariz. Observe a mamá quien se había quedado dormida para la segunda canción. Después de aquella noche se dedico 101% a mi. No ha tenido citas, no ha vuelto a trabajar, y no sale con sus amigas. Siempre esta encerrada en casa ocupandose de mi. Me gustaría que todo fuera diferente. Quiero que ella sea feliz.

Sin Darnos CuentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora