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Joaquin
Hoy tenía que ir al instituto, pero ya nada sería lo mismo

-De qué me sirve seguir estudiando si al
fin y al cabo voy a morir?-le pregunté a
mamá y una lagrima salió de mis ojos.
-No digas esas cosas Joaco, no morirás.-
dijo en un susurro.
-¡No te hagas falsas esperanzas mamá!..
Sabes que tarde o temprano ocurrirá -mi voz se quebró al final No dijo nada y rompió en llanto.
-E... es que es tan difícil pa... para mí.
Saber que mi hijo, mi único hijo está mal y no poder hacer nada para ayudarlo- dijo sin parar de llorar- le prometi a tu padre que cuidaría de ti. Siento que le fallé.
-Mamá, no digas eso, perdóname- me
levanté y la abracé- a veces pienso que no merezco una madre como tú.
-Estoy tan agradecida con Dios por darme
un hioa tan maravilloso como tú- me
abrazó más fuerte- podrás con esto Jaco
tienes que ser fuerte
-Lo haré por ti mamá

Ella asintió y se fue. Tomé aire y cerré los ojos, no me sentía preparado para entrar y actuar como si no pasara nada. Porque vaya que pasaban cosas; malas, muy malas. Los volví a abrir y entré.
Todos estaban metidos en sus cosas,
siguiendo su vida normalmente, sin saber que a pocos metros de ellos, un chico se moría lenta y dolorosamente.
Mi vista se tornó borrosa por tratar de
retener las lágrimas, pero seguí hasta
llegar a mi casillero

-Hola- mi cuerpo se puso tenso al
escuchar su voz. Era él

Ayer no habíamos hablado en todo el día, y después de lo que pasó en la fiesta de Camila, no me atrevía a mirarlo a la cara

-Hola- dije sin mirarlo y tratando de
ocultar mis nervios.
-Oye. Quería agradecerte por llevarme a casa el viernes por la noche- dijo a mis espaldas
-No hay de qué, para eso están los amigos- decir aquellas palabras eran como tragar algo tóxico. No sé cuanto tiempo más lograría ocultar estos sentimientos
-me puedes decir qué te pasa?- me
pregunto, y en su voz pude notar un
toque de enojo
Tomé aire y por fin lo miré, a esos
hermosos ojos  que tanto me encantan
-Nada por?.- Mentí
-No sé, es que ahora sales con ese tal Zed y estás algo raro
-Yo no soy el que está raro Y hablando de éso, por qué cuándo llamaste estuviste cortante?
-Es que estabas tan ocupada con ese Zed-dijo su nombre con asco- sólo no quiero que te haga daño- dijo un poco tranquilo.
-Estás celoso?- pregunté riendo. Una
gran parte de mí quería que él dijera que si
-No Sólo creo que él no.- lo corté.
-Quédate tranquilo, a él le gusta Gabi- dije El suspiró de alivio y sonrió La campana Sonó y ambos compartíamos la misma clase
-Tengo algo importante que contarte-dijo y sonrió, yo lo miré esperando a que siguiera- bueno, mejor dicho dos.
-Ni me dejes con la duda.
-La primera es qué, Daniela espera
gemelos.
-Eso es hermoso- sonreí- y la otra?
-Camila es mi novia- dijo con una sonrisa enorme

Mi sonrisa se esfumó y lo reemplazó una mueca que ocultaba el dolor que estaba sintiendo en estos precisos momentos Creo que mi corazón directamente se había desintegrado.Debía decirle que la vi apunto de tirarse a Michael?

-Eso es genial- dije y traté de sonreír,
no le dije nada ya que yo podría estar
equivocado El hizo lo mismo y nos
dirigimos al salón. Al llegar nos sentamos en nuestro lugar de siempre.
Que hiciste ayer?- me preguntó

Mi dolor creció más al recordar lo del
sábado por la noche,ayer me la pasé en
cama y mamá tratando de convencerme
de que les dijera a Gabi y a él sobre lo de mi cáncer

-Ver películas- me encogí de hombros.
-Que aburrido- dijo riéndose y chocó su
hombro con el mío despacio.
El profesor entró y comenzó a dar la
clase cuaneo comence a escribir Emilio miro mi hombro
-iTienes un tatuaje?!- susurró para que
el profesor no lo escuchara, sólo asentí-
cuándo te lo hiciste?, está genial.
-Hace un par de meses atrás.

El comenzó a pasar sus dedos trazando
la formas de las áves y mi cuerpo recibió como un pequeño cosquilleo, el cual no había sentido jamás por nadie.

(...)
Por fin la campana sonó, tomé mis cosas y sali

-Joaco- me hablo Emilio y lo miré- nos
sentamos juntos en el almuerzo?
-Claro-sonreí y me fui al baño.
Busqué uno que no estuviera ocupado y
entré. Bajé la tapa del retrete y me senté a llorar
-Joaquin - escuché a Gabi me sorprendio que entrara al baño de hombre traté de hacer
silencio para que no supiera que estooy
aquí- sé que estás ahí adentro-Me pasé las manos por mi rostro y salí-Qué ha pasado?- preguntó mirandome preocupada
-Está con Camila. Son pareja- rompi en
llanto y me abrazó
-Creo que ya es hora de que lo olvides
Joaco, que vivas y busques al chico que te haga feliz
Me separé de ella y me limpié el rostro-
tienes razón. Es hora de que lo olvide-
decir aquellas palabras eran como escupir ácido

Ella me sonrió y me ayudó a limpiarme las lagrimas, salimos y fuimos
a nuestro lugar de siempre, el cual se
encontraba ocupado por dos chicos

-Qué hace Zed aquí? -pregunté mirando a Gabriela y ella se puso roja.
-Lo han transferido aquí- dijo sonriente.
Miré al otro chico y pude ver que se
trataba de Aaron.
Nos sentamos a su lado y los saludé. Los
cuatros pasamos todo el receso haciendo bromas y contando chismes.
-Es verdad que Emulio y Camila están
juntos?-preguntó Aaron mirándome.
Gabi y Zed estaban perdidos dentro de su burbuja
-Sí
-Vaya, creo que es un idiota- dijo riéndose
-¿Por qué?
-Teniendo a un amigo tan lindo como
tú y buscando a otras chicas-dijo
mirándome a los ojos.
-Gracias- dije, seguramente estaba más
rojo que un tomate



un amor para recordar (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora