𝑨𝒓𝒎𝒂𝒏𝒅𝒐'𝒔 𝒎𝒊𝒎𝒐𝒔

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Yun era una persona espontanea, solía reaccionar al momento, si quería hacer algo lo hacía, no veía problema en hacer lo que realmente quisiera, pero había algo en lo que normalmente se contenía, aunque realmente era una persona lo que hacía que el pelirrojo dudara cuando debía de hacer algo.

Armando tenía una actitud más calmada a comparación de su pareja, así como también era más expresivo. La paciencia del moreno era una virtud impresionante teniendo en cuenta la personalidad con la que contaba su novio.

Era algo fácil para el mayor lidiar con él, era como si estuvieran acostumbrados al otro, como si realmente pudieran entender las personalidades del contrario cuando solo decían una palabra y descifraban lo que realmente querían decir, pero cuando se trataba de sentimientos el asunto era diferente, más irreal.

Yun quería comportarse diferente con Armando, darle la misma cantidad de aprecio que el recibía, pero estaba avergonzado de lo que fuera a pensar, sabía que Armando le permitiría hacer y deshacer lo que quisiera, pero mostrarse así de vulnerable con él era como estar entre la espada y la pared, o al menos así lo sentía él. Eso parecía ser muy exagerado incluso para él, pero era la verdad, nunca tuvo la necesidad de querer expresarse de esa forma así que hacerlo por primera vez y con Armando lo hacia más único, por ende, sentía más presión de que sus muestras de afecto llegarán a incomodar al mayor.

Aun con dudas, el menor sentía que ya era tiempo de dar ese paso. Si lo mirabas por otro lado realmente era una acción sencilla, si sentía la necesidad de abrazarlo o tomarle de la mano o incluso morderlo del brazo si lo creía necesario, era algo que ahora podría hacer, ya no había necesidad de ocultarlo ya que la relación que mantenían ambos había cambiado de rumbo desde hace mucho tiempo sin darse cuenta. El Yun de antes pensaría que eso solo eran mariconadas en las que no estaba interesado, pero siendo honestos, las interacciones físicas que Armando llegaba a tener con el desde antes nunca las había repudiado. Tampoco eran algo fuera de lo normal pero cada vez que terminaba un trato de forma eficiente, ya sea de armas o drogas, esperaba que al subir al helicóptero Armando le palmara el hombro o le despeinara el cabello cuando se quitaba la máscara diciéndole que había hecho un buen trabajo.

Esa noche Yun fue a la mansión y se quedó esperando a Armando en su habitación, este había ido al taller desde temprano y aun no volvía, tal vez el tráfico lo estaba retrasando, pero el menor ya empezaba a sentir sueño porque por un trato que había hecho ese mismo día no había dormido lo suficiente así que sin poder evitarlo se durmió con la idea de querer darle mimos a su pareja.

Cuando Armando llegó a la sede, lo primero que hizo fue ir a la cocina y tomarse un café, había sido un día agotador para el con tantos full-tuning, por eso solo quería ir a su habitación para finalmente descansar. Al abrir la puerta de su cuarto se encontró al pelirrojo dormido en su cama con solo unos shorts cortos y una sudadera de él que pensaba que había perdido. El verlo ahí, tal vez esperando por él, lo reconforto un poco ya que no lo había visto en dos días. Como pudo, se hizo un espacio en la cama para sentarse y quitarse los zapatos, después de eso solo se recostó al lado de la persona que dormía tratando de no despertarlo.

Por otra parte, Yun seguía un poco despierto porque había cerrado los ojos no hace mucho tiempo así que sintió como la cama se movía por el peso extra que tenía ahora. Entre abrió los ojos para ver a su pareja recostado a su lado dándole la espada y lo único que Yun hizo fue estirar su brazo para abrazarlo. Armando, al sentir que el pequeño se movía a su lado para que su mano se sujetara de su camisa, se acomodó ahora quedando de frente con el pelirrojo y entre la oscuridad pudo ver como el menor trataba de abrir los ojos.

Yun decidió acurrucarse contra su pecho para estar más cómodo y respirar el aroma que desprendía el mayor, sorprendentemente este olía bien aun de pasar un día trabajando en el taller. Aún seguía lo suficientemente somnoliento como para hacer otra cosa, pero de igual forma podía saber lo que ocurría a su alrededor, entonces notó como Armando ponía sus brazos en su espalda para juntar sus cuerpos todavía más de lo que ya estaban. Mientras Yun sentía el corazón del contrario más calmado, este podía sentir como el otro lo tenía un poco acelerado.

Ambos individuos estuvieron en paz al sentir al contrario de esta forma, y sumándoles lo cansados que estaban ahora pudieron dormir como era debido. Puede ser que los mimos de Armando sucedieran en otra ocasión.


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Demasiado texto y nada de blablabla, aún no convencer pero por algo vamos. 
Quiero una segunda parte de esto, obvio que el wey no se queda sin mimos, siento que Yun aquí es muy chiquito, conmadre pero no me agrada del todo, creo que él es más feroz o más explosivo así que a darle una versión mejor idk.

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⏰ Última actualización: Dec 23, 2020 ⏰

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𝑌𝑢𝑛𝑎𝑛𝑑𝑜'𝑠 𝑠ℎ𝑖𝑡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora