- Quédate conmigo.
-¿Que?
- Quiero verte a mi lado siempre que me despierte.
- ¿En serio?- le preguntó ella con duda, pero con un poco de ilusión en su mirada.
- Si, la verdad siempre me gustaste, pero tenía miedo del que dirían.
- ¿Y ahora ya no te da miedo?
-No...así que si te quedarás?
- Lo haré, quiero estar aquí contigo siempre.
Ella se acomodó en el pecho de su amado, cerró los ojos para intentar dormir, pero su corazón estaba latiendo muy fuerte por la ilusión.
Duraron así un buen rato, pero para ella solo pasaron minutos.
De pronto de lejos se escucha el despertador, pero prontamente vuelve a reinar el silencio en la habitación. Su amado lo abra apagado porque sintió su mano acariciando su brazo...Sin embargo, la voz que la llamaba no era la que ella esperaba oír ese mañana, y así entendió que todo había sido un sueño, que nunca había estado acostada con la persona que le gustaba, que el chico de sus sueños no le juro amor eterno, gracias a esos y otros pensamientos más volvió su vacío constante en su corazón.
ESTÁS LEYENDO
La consciencia de mi tristeza.
RandomSi te encuentras triste y te sientes solo lee el libro, tal vez pueda ayudarte un poco a superar ese mal momento.