Cuando la tristeza se dedica a mi...
No me gusta dedicarme a la tristeza; simplemente parece que a veces viene e influye por completo en mí. Se queda para hacerme compañía permanente, me orienta, y a veces, me ayuda a peinar, desenredar y a sacar los diluvios que llevo dentro. Ella se dedica a mí, llora conmigo en silencio, me ayuda a acogerme entre las...