Corazón que Siente
-Quizá no sepa amar a todas esas cosas que tu adoras.- Le contestó.- Odio al mundo y nadie me interesa lo suficiente, pero por ti, Mila, lo reduciría todo a cenizas. Calim Lévedeb era el jefe de la fracción más poderosa de la mafia rusa en Nueva York. Desde niño fue entrenado como una máquina para matar, sin más senti...