Equilibrador del destino
Cuando sintió que el dolor aumentaba y la sangre salía de su cuerpo, Jiang Cheng gritó: "¡Mamá, papá, hermana, desearía que estuvieran todos aquí! ¡Por favor! ¡Llévate todo y acaba con este dolor! ¡Haré lo que sea para volver a verte, incluso terminaré con todo!" Una voz mística repitió incoherentemente, "DESEO... PO...