Mi niño de las flores
«El hombre es un lobo para el propio hombre» rezaba un antiguo proverbio anónimo. Otros filósofos y religiosos se centraban más en la naturaleza misericordiosa y buena del ser humano, pero el tiempo no acababa de darles la razón. Porque el hombre, desde su nacimiento, vivía y crecía en tiempos de guerra. La paz sólo e...