Draxara ©
Un contrato con el mismísimo Infierno. Un pacto sellado con tinta de sangre. Un demonio de ojos ardientes y una sonrisa que prometía tanto placer como perdición. Él no recuerda cómo llegó allí, ni por qué aceptó el trato. Solo sabe que el infierno se ha vuelto irresistiblemente adictivo. Él se había vendido al Infiern...