𝐒𝐎𝐋𝐃 𝐎𝐔𝐓
-¡Eh! ¡Pero qué coño haces, animal! Se giró de muy malas maneras y de pronto, al verme, se quedó petrificado y puso ambas manos en su boca como ahogando un grito, como si hubiese visto a un muerto. Aquella voz no era de una fémina, precisamente. -¡Joder, si eres un tío! Porque lo eres, ¿no?-Mis ojos estaban abiertos...