Un mundo en ruinas
Imagina un mundo sin instituto, sin padres, sin responsabilidades y sin absurdas tareas extraescolares; supongo que se te habrá dibujado una sonrisa en la cara. Ahora bien, a ese mundo que supuestamente es tan maravilloso, añádele el hecho de no tener amigos, de dormir ocultándose con miedo, de no poder salir a la ca...