La chica del paraguas rojo.
Solía pasear todas las noches por la misma avenida. Solía verla todos los días de lluvia. Nunca le veía la cara, siempre la reconocía por su singular paraguas rojo. Me armé de valor y decidí ir a por ella. En el momento que mis dedos rozaban el filo de su chupa de cuero y hacia fuerza para girarla hacia mí, su imagen...