Fue Nuestra Culpa
Sentía ello, un palpitar en el pecho, un cálido frenesí en su corazón: era tan peculiar, tan inusual, ya hace años no sentía aquel tormento, si tuviera el valor de decir que alguna vez lo tuvo, tan intenso y armonioso. Era el ver de sus cabellos rubios y sus ojos ansiosos del mundo y felicidad, solo le bastaba ello...