Pólvora.
Nunca había sufrido ningún traumatismo, ningún accidente, ninguna picadura de abeja ni de avispa, ni siquiera me habían puesto puntos ni una sola vez. Había ido lo más mínimo al hospital, solo para esas revisiones anuales que todos nos saltamos y las dejamos estancadas en un lugar de la conciencia, que al fin y al ca...