El loto blanco se tiño de rojo
Nunca llegue a imaginar que un día, mis manos terminarían manchadas con sangre, de lo cual no me arrepiento. Ellos se merecían eso y más. Justamente cuando estaba esperando mi castigó por los crímenes cometidos, alguien decidió tener piedad de mi alma vacía, y darme otra oportunidad en otro mundo. -¡Cariño, hasta que...