Píntame un cielo gris en Paris
Su mirada fría solo me observaba a mi mientras el lápiz garabateaba encima del blanquecino papel ahora impregnado de múltiples colores como su cuerpo lo estaba. Era como si me hubiese convertido en su musa. Yo escribía historias románticas sobre chicos rudos que se enamoran de las chicas buenas, pero jamas pensé en q...