una lección de historia
En aquél momento, Fernando se dio cuenta que sólo estaba seguro de dos cosas: Había aprendido de que la mujer con piernas de pollo y aquel sentido del humor que lo volvía loco, se llama Lucero Hogaza León y tenía 42 años. Lo demás no importaba y estaba de sobra. No importaban los discos o las novelas, los programas de...