EL GATO QUE MIRABA AL CIELO
Tack. Tack. Tack. Los pasos se oyeron, acercándose. Los latidos de su corazón se aceleraron gradualmente. Jamie respiró temblorosamente, su cuerpo se sentía como gelatina. "Me esperaste", la voz aliviada de Callisto resonó en el salón vacío. La frialdad habitual en él no estaba. Fue sorprendente. ¿Él hombre lo que...
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