Aika
Cuando Brenda acogió a Aika, nunca se imaginó que esa pequeña pelirroja, de piel blanquecina, que en ese entonces tenía dos años, sería una puerta que conectaría con el inframundo dos años después. Sólo bastaba un roce de su piel para que las más sombrías pesadillas se hicieran presentes. -¿Por qué no puedes tocarme...