Mil Tormentas
"Lo siento," soltó, mirando absortamente al mar, esforzándose que su voz no se quebrara. "¿Qué?" preguntó el ingeniero confundido, sentándose al lado de Simón y apoyándose en la borda. "No debo..." empezó Simón, pero Villa le interrumpió. "¿Salvarme? Espero que me salves siempre que esté a punto de caerme de la nave,"...