Reglas para Vivir en el Manicomio
Despertar en la penumbra sofocante, el entorno es desconocido. En la lucha por recuperar la compostura, el silencio es casi absoluto, roto solo por el siseo del viento lúgubre que se cuela por las ventanas rotas de pasillos abandonados. Al incorporarse, se examina el entorno: un cuarto oscuro y sórdido sin ventanas, c...