Caléndula
Lucifer odiaba su marca de alma. Odiaba el hecho de que estuviera gris, inactiva, durante milenios. Odiaba que aún después de años, la esperanza de que cobrara color seguía aferrada a su pecho. Lo odiaba, así que la ocultó de todo, guardada bajo sus guantes negros y la piel ennegrecida. Alastor amaba su marca de alma...